Asimismo, Francisco recordó que Benedicto XVI insistió mucho en la importancia de “urgir una nueva reflexión sobre los deberes que los derechos presuponen, y sin los cuales éstos se convierten en algo arbitrario” porque hoy se da “una profunda contradicción”. “Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y superfluo, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad”, entre los que el Papa Emérito denunció “la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales”.