Origen y etimología
En el Diccionario de la lengua española se barajan varios términos procedentes del latín relacionados con los establecimientos de parada en las primitivas vías de transporte y comunicación (las calzadas). En concreto, posada es término derivado de «pausāre», forma del latín tardío para designar la acción de cesar, detener, reposar, pausar, que derivarían en la posada como lugar, edificio, ámbito para albergarse; otro punto de parada en el camino, de mayor entidad e importancia era la «mansio, -ōnis» (mesón o posada).3
Sebastián de Covarrubias (1673), incluye posada en la descripción de la voz posar, que describe así: «vale descansar, porque pone el hombre la carga que trae a cuestas, y de allí fue dicho ‘Posada’, la casa donde reciben huéspedes, porque descansan su hato y el cansancio de sus personas».4
Joan Corominas documenta «pausare» en 1129, relacionado con «pausa» (parada, dentención) y al parecer originado en la voz del griego «πáυο» (detengo, hago parar). De ellos se derivarían posada, posadero, aposentar, aposentamiento, aposentador (además de reposar, pausa y sus derivados).5
Entre las influencias más importantes de este término hay que mencionar los abundante topónimos que ha generado no solo en España, como así también en Hispanoamérica, incluso Cerdeña, a desde localidades hasta establecimientos específicos con una larga tradición histórica, como las posadas del Potro (en Córdoba, España) o el Peine, en Madrid, las posadas de San José y San Julián, en Cuenca; o la casa de la Santa Hermandad de Toledo. En Santiago de Chile puede citarse la Posada del Corregidor. b6
En el Diccionario de la lengua española se barajan varios términos procedentes del latín relacionados con los establecimientos de parada en las primitivas vías de transporte y comunicación (las calzadas). En concreto, posada es término derivado de «pausāre», forma del latín tardío para designar la acción de cesar, detener, reposar, pausar, que derivarían en la posada como lugar, edificio, ámbito para albergarse; otro punto de parada en el camino, de mayor entidad e importancia era la «mansio, -ōnis» (mesón o posada).3
Sebastián de Covarrubias (1673), incluye posada en la descripción de la voz posar, que describe así: «vale descansar, porque pone el hombre la carga que trae a cuestas, y de allí fue dicho ‘Posada’, la casa donde reciben huéspedes, porque descansan su hato y el cansancio de sus personas».4
Joan Corominas documenta «pausare» en 1129, relacionado con «pausa» (parada, dentención) y al parecer originado en la voz del griego «πáυο» (detengo, hago parar). De ellos se derivarían posada, posadero, aposentar, aposentamiento, aposentador (además de reposar, pausa y sus derivados).5
Entre las influencias más importantes de este término hay que mencionar los abundante topónimos que ha generado no solo en España, como así también en Hispanoamérica, incluso Cerdeña, a desde localidades hasta establecimientos específicos con una larga tradición histórica, como las posadas del Potro (en Córdoba, España) o el Peine, en Madrid, las posadas de San José y San Julián, en Cuenca; o la casa de la Santa Hermandad de Toledo. En Santiago de Chile puede citarse la Posada del Corregidor. b6