El Día Meteorológico Mundial rinde homenaje al Sol, la Tierra y el tiempo
Publicado
22 Marzo 2019
EL SOL. LA TIERRA
Y EL TIEMPO
23 DE MARZO DE 2019
DÍA METEOROLÓGICO MUNDIAL
El efecto invernadero
Situado a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra, el Sol es el centro de nuestro sistema solar y calienta nuestro planeta lo suficiente para que los seres vivos puedan desarrollarse. Hace más de 4 500 millones de años que esta bola caliente de plasma incandescente es la fuerza que sustenta el tiempo, el clima y la vida en nuestro planeta.
Desde que finalizó la última era glaciar, hace cerca de 12 000 años, el clima ha permanecido relativamente estable, si bien se ha visto afectado regularmente por ligeros cambios en la cantidad de radiación solar que llegaba a la superficie de la Tierra. Tales cambios, pese a ser leves, tienen consecuencias importantes.
Alrededor de la mitad de la luz solar que llega a la atmósfera de la Tierra pasa a través del aire y las nubes hasta alcanzar la superficie, donde es absorbida y después irradiada hacia arriba en forma de calor infrarrojo. Gran parte de este calor es absorbido por los gases de efecto invernadero y se irradia en todas las direcciones, calentando la superficie de la Tierra y la atmósfera inferior.
Si no fuese por este efecto invernadero natural, en la superficie de la Tierra habría una temperatura media nada acogedora: –18 °C (0 °F), en lugar de los 14 °C (59 °F) que tenemos hoy en día.
Según Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, “las mediciones satelitales que se han realizado en los últimos 30 años muestran que la producción de energía que emite el Sol no ha aumentado y que el reciente calentamiento de la Tierra no puede atribuirse a cambios en la actividad solar”.
“El aumento de las temperaturas —que está provocando la fusión del hielo y el calentamiento de los océanos— se debe a los gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera. En 2017 las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron las 405,5 partes por millón (ppm) y siguen aumentando”, explicó.
“Como consecuencia, desde 1990 ha habido un incremento del 41 % del forzamiento radiativo total (que tiene un efecto de calentamiento del clima) provocado por los gases de efecto invernadero. El CO2 causó alrededor del 82 % del aumento del forzamiento radiativo durante la pasada década”, afirmó el Secretario General.
“Si se mantiene la tendencia actual de las concentraciones de gases de efecto invernadero, es posible que las temperaturas aumenten entre 3 y 5 °C de aquí a finales de siglo. Ese aumento está muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que pretende mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C y lo más cerca posible de 1,5 °C”, apostilló.
Cabe señalar que los 20 años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en los últimos 22 años, siendo los últimos cuatro años los cuatro más cálidos.
Publicado
22 Marzo 2019
EL SOL. LA TIERRA
Y EL TIEMPO
23 DE MARZO DE 2019
DÍA METEOROLÓGICO MUNDIAL
El efecto invernadero
Situado a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra, el Sol es el centro de nuestro sistema solar y calienta nuestro planeta lo suficiente para que los seres vivos puedan desarrollarse. Hace más de 4 500 millones de años que esta bola caliente de plasma incandescente es la fuerza que sustenta el tiempo, el clima y la vida en nuestro planeta.
Desde que finalizó la última era glaciar, hace cerca de 12 000 años, el clima ha permanecido relativamente estable, si bien se ha visto afectado regularmente por ligeros cambios en la cantidad de radiación solar que llegaba a la superficie de la Tierra. Tales cambios, pese a ser leves, tienen consecuencias importantes.
Alrededor de la mitad de la luz solar que llega a la atmósfera de la Tierra pasa a través del aire y las nubes hasta alcanzar la superficie, donde es absorbida y después irradiada hacia arriba en forma de calor infrarrojo. Gran parte de este calor es absorbido por los gases de efecto invernadero y se irradia en todas las direcciones, calentando la superficie de la Tierra y la atmósfera inferior.
Si no fuese por este efecto invernadero natural, en la superficie de la Tierra habría una temperatura media nada acogedora: –18 °C (0 °F), en lugar de los 14 °C (59 °F) que tenemos hoy en día.
Según Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, “las mediciones satelitales que se han realizado en los últimos 30 años muestran que la producción de energía que emite el Sol no ha aumentado y que el reciente calentamiento de la Tierra no puede atribuirse a cambios en la actividad solar”.
“El aumento de las temperaturas —que está provocando la fusión del hielo y el calentamiento de los océanos— se debe a los gases de efecto invernadero de larga duración en la atmósfera. En 2017 las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) alcanzaron las 405,5 partes por millón (ppm) y siguen aumentando”, explicó.
“Como consecuencia, desde 1990 ha habido un incremento del 41 % del forzamiento radiativo total (que tiene un efecto de calentamiento del clima) provocado por los gases de efecto invernadero. El CO2 causó alrededor del 82 % del aumento del forzamiento radiativo durante la pasada década”, afirmó el Secretario General.
“Si se mantiene la tendencia actual de las concentraciones de gases de efecto invernadero, es posible que las temperaturas aumenten entre 3 y 5 °C de aquí a finales de siglo. Ese aumento está muy por encima del objetivo fijado en el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que pretende mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 °C y lo más cerca posible de 1,5 °C”, apostilló.
Cabe señalar que los 20 años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en los últimos 22 años, siendo los últimos cuatro años los cuatro más cálidos.