ORGANIZACIÓN MUNDIAL
DE LA SALUD
Respuesta de la OMS
La OMS desempeña seis funciones básicas con respecto a la tuberculosis:
•Asumir el liderazgo mundial en asuntos de importancia decisiva con relación a la tuberculosis.
•Elaborar políticas, estrategias y patrones con bases científicas para la prevención, atención y control de la enfermedad, y seguir de cerca su aplicación.
•Prestar apoyo técnico a los Estados Miembros, ser agente catalizador del cambio y crear una capacidad sostenible.
•Vigilar la situación mundial de la tuberculosis y cuantificar los progresos realizados en la atención, el control y la financiación.
•Preparar el programa de investigaciones sobre la tuberculosis y estimular la producción, la traducción y la divulgación de conocimientos valiosos.
•Facilitar la forja de alianzas contra la tuberculosis y participar en ellas.
La estrategia Alto a la Tuberculosis de la OMS, adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2014, ofrece a los países un modelo para poner fin a la epidemia de tuberculosis, reduciendo la mortalidad y la incidencia de esta enfermedad y eliminando los costos catastróficos conexos. Este instrumento incluye una serie de metas de impacto a nivel mundial que, por un lado, prevén reducir las muertes por tuberculosis en un 90% y los nuevos casos en un 80% entre 2015 y 2030, y por otro lado, evitar que ninguna familia tenga que hacer frente a costos catastróficos debidos a esta enfermedad.
Acabar para 2030 con la epidemia de tuberculosis es una de las metas relacionadas con la salud incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados en 2015. La OMS ha dado otro paso más, estableciendo para 2035 la meta de reducir las tasas de mortalidad e incidencia en un 95% y un 90%, respectivamente, para situarlas en niveles similares a los actualmente imperantes en los países con baja incidencia de tuberculosis.
La estrategia de la OMS descansa sobre tres pilares estratégicos que se deben poner en práctica para acabar eficazmente con la epidemia:
•Pilar 1: atención y prevención integradas y centradas en el paciente;
•Pilar 2: políticas audaces y sistemas de apoyo;
•Pilar 3: intensificación de la investigación y la innovación.
Para que la Estrategia dé el fruto esperado, los países deberán respetar los cuatro principios básicos siguientes al ejecutar las intervenciones descritas en relación con cada uno de los pilares:
•rectoría y rendición de cuentas por los gobiernos, con la debida función de seguimiento y evaluación;
•coalición sólida con las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades;
•protección y promoción de los derechos humanos, la ética y la equidad;
•adaptación de la estrategia y las metas al contexto nacional, con colaboración mundial.
DE LA SALUD
Respuesta de la OMS
La OMS desempeña seis funciones básicas con respecto a la tuberculosis:
•Asumir el liderazgo mundial en asuntos de importancia decisiva con relación a la tuberculosis.
•Elaborar políticas, estrategias y patrones con bases científicas para la prevención, atención y control de la enfermedad, y seguir de cerca su aplicación.
•Prestar apoyo técnico a los Estados Miembros, ser agente catalizador del cambio y crear una capacidad sostenible.
•Vigilar la situación mundial de la tuberculosis y cuantificar los progresos realizados en la atención, el control y la financiación.
•Preparar el programa de investigaciones sobre la tuberculosis y estimular la producción, la traducción y la divulgación de conocimientos valiosos.
•Facilitar la forja de alianzas contra la tuberculosis y participar en ellas.
La estrategia Alto a la Tuberculosis de la OMS, adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2014, ofrece a los países un modelo para poner fin a la epidemia de tuberculosis, reduciendo la mortalidad y la incidencia de esta enfermedad y eliminando los costos catastróficos conexos. Este instrumento incluye una serie de metas de impacto a nivel mundial que, por un lado, prevén reducir las muertes por tuberculosis en un 90% y los nuevos casos en un 80% entre 2015 y 2030, y por otro lado, evitar que ninguna familia tenga que hacer frente a costos catastróficos debidos a esta enfermedad.
Acabar para 2030 con la epidemia de tuberculosis es una de las metas relacionadas con la salud incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados en 2015. La OMS ha dado otro paso más, estableciendo para 2035 la meta de reducir las tasas de mortalidad e incidencia en un 95% y un 90%, respectivamente, para situarlas en niveles similares a los actualmente imperantes en los países con baja incidencia de tuberculosis.
La estrategia de la OMS descansa sobre tres pilares estratégicos que se deben poner en práctica para acabar eficazmente con la epidemia:
•Pilar 1: atención y prevención integradas y centradas en el paciente;
•Pilar 2: políticas audaces y sistemas de apoyo;
•Pilar 3: intensificación de la investigación y la innovación.
Para que la Estrategia dé el fruto esperado, los países deberán respetar los cuatro principios básicos siguientes al ejecutar las intervenciones descritas en relación con cada uno de los pilares:
•rectoría y rendición de cuentas por los gobiernos, con la debida función de seguimiento y evaluación;
•coalición sólida con las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades;
•protección y promoción de los derechos humanos, la ética y la equidad;
•adaptación de la estrategia y las metas al contexto nacional, con colaboración mundial.