Luz ahora: 0,13177 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Relación con la Real Academia Española...

Relación con la Real Academia Española

El 7 de noviembre de 1972, el escritor Daniel Sueiro entrevistaba en el Heraldo de Aragón a María Moliner. El titular era un interrogante: « ¿Será María Moliner la primera mujer que entre en la Academia?». La habían propuesto Dámaso Alonso, Rafael Lapesa y Pedro Laín Entralgo. Pero el elegido, a la postre, sería Emilio Alarcos Llorach. Ella comentó así el tema:

Sí, mi biografía es muy escueta en cuanto a que mi único mérito es mi diccionario. Es decir, yo no tengo ninguna obra que se pueda añadir a esa para hacer una larga lista que contribuya a acreditar mi entrada en la Academia (...) Mi obra es limpiamente el diccionario. Más adelante agregaba: Desde luego es una cosa indicada que un filósofo -por Emilio Alarcos- entre en la Academia y yo ya me echo fuera, pero si ese diccionario lo hubiera escrito un hombre, diría: « ¡Pero y ese hombre, cómo no está en la Academia! 13​

Las propuestas no prosperaron y fue otra mujer, Carmen Conde, la que ocupó el sillón. 14​ El proceso llegaría a ser glosado en una de sus necrológicas titulada «Una académica sin sillón».14​

Violeta Demonte, profesora de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid comentó acerca del diccionario de Moliner: «El intento es importante y novedoso. No obstante, como la fundamentación teórica los criterios de su análisis no son siempre claros y sus supuestos fundamentales tiene origen intuitivo, la utilidad de su obra es desigual».14​

Su más reciente biógrafa, I. de la Fuente, resume así las causas:

Porque era una intrusa, en cierto modo. Porque estudió historia en la universidad de Zaragoza, pero había encarrilado su vida por el mundo de los archivos y bibliotecas y no estaba considerada filóloga. En aquel momento sí que influyó el que fuera mujer. Una mujer que se pone a hacer un diccionario, pero no el diccionario que inicialmente quería hacer, sino un diccionario que además cuestionaba el de la RAE. Creo que fue admirada, pero no valorada15​

En junio de 1973 la Real Academia Española le otorgó, por unanimidad, el premio Lorenzo Nieto López «por sus trabajos en pro de la lengua».16​

En 1981, L. Permanyer escribió una crítica sobre la actitud de la mayoría de los académicos. 17​