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Ver las procesiones del centro evitando las multitudes
Durante la Semana Grande pasear por el centro de Sevilla para disfrutar del ambiente es complicado: calles cortadas por los dispositivos de seguridad, lugares abarrotados, los palcos y las sillas -que no son de libre acceso- dificultan la movilidad... en general se tarda más de la cuenta en llegar a cualquier punto de la ciudad si tenemos, para ello, que atravesar el centro. Conviene entonces evitar las calles más frecuentadas y callejear para llegar a nuestro destino.
Por ejemplo la Avenida de la Constitución, que conecta el metro, la Catedral y la Plaza Nueva del Ayuntamiento, podríamos definirla como el epicentro de las cofradías: la última parte de todos los trayectos es común para todas y recibe el nombre de ‘carrera oficial’ que termina en la Catedral. También la Plaza de San Francisco -detrás del Ayuntamiento- suele ser una zona bastante abarrotada y por donde es difícil moverse. Salvo que nuestro objetivo sea precisamente buscar algún lugar donde ver las llegadas, es preferible evitar la avenida y la plaza y buscar calles paralelas para desplazarse.
Si hay que cruzar por alguno de los pasos, es preferible usar las zonas señalizadas para tal fin. Si no las localizas o tienes una urgencia, siempre se puede cruzar usando el sentido común y pidiendo paso educadamente por donde lo necesites.
Por otro lado, si queremos visitar los mejores puntos de la carrera oficial -salida en La Campana y llegada en la Catedral- lo mejor es dar un rodeo para ir de una a otra. Una de las opciones es hacerlo a través de la calle Mateos Gago, donde además se encuentra un espacio gastronómico único en Sevilla con los bares de tapas más tradicionales, o también se pueden recorrer la calle Francos o la calle Placentines, llegando a los pies de la Giralda, donde se pueden hacer buenas fotos con la Catedral de fondo.
Durante la Semana Grande pasear por el centro de Sevilla para disfrutar del ambiente es complicado: calles cortadas por los dispositivos de seguridad, lugares abarrotados, los palcos y las sillas -que no son de libre acceso- dificultan la movilidad... en general se tarda más de la cuenta en llegar a cualquier punto de la ciudad si tenemos, para ello, que atravesar el centro. Conviene entonces evitar las calles más frecuentadas y callejear para llegar a nuestro destino.
Por ejemplo la Avenida de la Constitución, que conecta el metro, la Catedral y la Plaza Nueva del Ayuntamiento, podríamos definirla como el epicentro de las cofradías: la última parte de todos los trayectos es común para todas y recibe el nombre de ‘carrera oficial’ que termina en la Catedral. También la Plaza de San Francisco -detrás del Ayuntamiento- suele ser una zona bastante abarrotada y por donde es difícil moverse. Salvo que nuestro objetivo sea precisamente buscar algún lugar donde ver las llegadas, es preferible evitar la avenida y la plaza y buscar calles paralelas para desplazarse.
Si hay que cruzar por alguno de los pasos, es preferible usar las zonas señalizadas para tal fin. Si no las localizas o tienes una urgencia, siempre se puede cruzar usando el sentido común y pidiendo paso educadamente por donde lo necesites.
Por otro lado, si queremos visitar los mejores puntos de la carrera oficial -salida en La Campana y llegada en la Catedral- lo mejor es dar un rodeo para ir de una a otra. Una de las opciones es hacerlo a través de la calle Mateos Gago, donde además se encuentra un espacio gastronómico único en Sevilla con los bares de tapas más tradicionales, o también se pueden recorrer la calle Francos o la calle Placentines, llegando a los pies de la Giralda, donde se pueden hacer buenas fotos con la Catedral de fondo.