El Evangelio se anunció en China en el siglo V y, a primeros del VII, se erigió allí la primera iglesia. Durante la dinastía T´ang (618-907) la comunidad de los cristianos estuvo floreciente durante dos siglos. En el XIII la comprensión del pueblo chino y de sus culturas, que supo tener un misionero como Juan de Montecorvino, lograron que se pudiera dar impulso a la primera misión católica en el «Reino del medio» con sede episcopal en Beijin.