EL PAÍS
San Fermín 2019
SANFERMINES›
Un herido por asta en una emocionante carrera de los Núñez del Cuvillo en el sexto encierro de San Fermín 2019
El alcalde de Pamplona defiende el uso del antideslizante y se muestra dispuesto a hablar sobre los cabestros
Antonio Lorca
Pamplona - 12 JUL 2019 - 09:25 CEST
Un herido por asta de toro en la pierna izquierda en la Cuesta de Santo Domingo, a pocos metros del inicio de la carrera, y cuatro contusionados —dos en brazos, uno en pierna y otro en el tórax, grave y con sospecha de neumotórax— es el primer balance sanitario del sexto encierro de San Fermín, protagonizado por los toros de Núñez del Cuvillo, que han batido su propio récord de velocidad pues han recorrido los 850 metros de la carrera en dos minutos y 18 segundos.
Por fin, un encierro emocionante, en el que los mozos han podido disfrutar de bonitas carreras, especialmente en la recta de la calle Estafeta, producidas por la ruptura de la manada que ha permitido que algunos de los toros corrieran en solitario a la busca y captura de sus compañeros.
Tres toros negros, dos castaños y un jabonero esperaban pacientes en los Corrales de Santo Domingo el momento único del lanzamiento del cohete, que los despertó de su modorra al tiempo que se pegaron, piel con piel, con los cabestros, veteranos conocedores de la carrera.
Otra mañana más, los mansos se colocaron en la cabeza, hasta cinco de los seis que acompañan a los toros, y así enfilaron la cuesta, con el jabonero en último lugar hasta que adelantó a otro de capa negra, justamente el toro que se acercó a la acera de la derecha y fue barriendo corredores hasta que se encontró de lleno con un mozo habitual en esa zona, al que enganchó por la pierna izquierda y le produjo una herida de la que está siendo atendido en el Complejo Sanitario de Pamplona.
Mientas el mozo era evacuado por los equipos de urgencia, el toro continuó su alocada carrera con la intención de encontrar más presas y no perder la manada. Consiguió lo segundo y, por fortuna, los mozos utilizaron su pericia para esquivar al atrevido morlaco.
Mientras tanto, el toro jabonero aprovechó la confusión reinante para abandonar los puestos de cola y encaramarse a la cabeza cuando la manada llegó compacta a la curva de Mercaderes, donde, como ya es habitual, no hubo encontronazo contra los maderos gracias a la garantía del líquido astideslizante.
Los cabestros siempre al inicio de la carrera, amenazados esta mañana por algún competidor, pero no perdieron su posición, porque el toro jabonero resbaló, produjo varias caídas y propició un cambio radical en el encierro.
La manada se rompió en tres grupos antes de llegar a la zona del vallado de Telefónica, lo que permitió el lucimiento de los corredores más avezados, también numerosas caídas, contusiones varias y muchos nervios.
Así, dividida, llegó la manada al túnel que da acceso a la plaza: dos toros y dos cabestros en primer lugar; otros dos toros a continuación, y el jabonero y un compañero de negro aparecieron los últimos en el ruedo.
Dos minutos y dieciocho segundos en total, récord de esta ganadería que, en sus nueve comparecencias anteriores, no había bajado de los dos minutos y veinte segundos.
Hoy no ha habido sentada de protesta de los corredores, molestos por la pérdida de emoción del encierro, pero ha sido el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, el que ha salido al paso de la polémica. Según recoge la agencia Europa Press, el primer edil de Pamplona se ha mostrado abierto a hablar con los corredores sobre el desarrollo de los encierros de los Sanfermines.
Maya ha defendido el uso del antideslizante que evita que los toros resbalen y caigan al suelo. Entiende que es algo que está funcionando “y yo no voy a cambiarlo”, explicó, “porque imaginemos que se quitara y hay cogidas graves, incluso con muerte. Yo tendría una responsabilidad tremenda, también personal, incluso penal; con esto, pocas bromas".
Sin embargo, ha apuntado que "otra cosa es el tema de los cabestros”; y añadió que se puede analizar todo, pero, “desde luego, con muchísimo rigor y priorizando siempre la seguridad". “El objetivo del encierro, —concluyó—, “es que el toro llegue a la plaza con el mayor espectáculo posible dentro de la mayor seguridad posible, y en eso vamos a seguir trabajando”.
San Fermín 2019
SANFERMINES›
Un herido por asta en una emocionante carrera de los Núñez del Cuvillo en el sexto encierro de San Fermín 2019
El alcalde de Pamplona defiende el uso del antideslizante y se muestra dispuesto a hablar sobre los cabestros
Antonio Lorca
Pamplona - 12 JUL 2019 - 09:25 CEST
Un herido por asta de toro en la pierna izquierda en la Cuesta de Santo Domingo, a pocos metros del inicio de la carrera, y cuatro contusionados —dos en brazos, uno en pierna y otro en el tórax, grave y con sospecha de neumotórax— es el primer balance sanitario del sexto encierro de San Fermín, protagonizado por los toros de Núñez del Cuvillo, que han batido su propio récord de velocidad pues han recorrido los 850 metros de la carrera en dos minutos y 18 segundos.
Por fin, un encierro emocionante, en el que los mozos han podido disfrutar de bonitas carreras, especialmente en la recta de la calle Estafeta, producidas por la ruptura de la manada que ha permitido que algunos de los toros corrieran en solitario a la busca y captura de sus compañeros.
Tres toros negros, dos castaños y un jabonero esperaban pacientes en los Corrales de Santo Domingo el momento único del lanzamiento del cohete, que los despertó de su modorra al tiempo que se pegaron, piel con piel, con los cabestros, veteranos conocedores de la carrera.
Otra mañana más, los mansos se colocaron en la cabeza, hasta cinco de los seis que acompañan a los toros, y así enfilaron la cuesta, con el jabonero en último lugar hasta que adelantó a otro de capa negra, justamente el toro que se acercó a la acera de la derecha y fue barriendo corredores hasta que se encontró de lleno con un mozo habitual en esa zona, al que enganchó por la pierna izquierda y le produjo una herida de la que está siendo atendido en el Complejo Sanitario de Pamplona.
Mientas el mozo era evacuado por los equipos de urgencia, el toro continuó su alocada carrera con la intención de encontrar más presas y no perder la manada. Consiguió lo segundo y, por fortuna, los mozos utilizaron su pericia para esquivar al atrevido morlaco.
Mientras tanto, el toro jabonero aprovechó la confusión reinante para abandonar los puestos de cola y encaramarse a la cabeza cuando la manada llegó compacta a la curva de Mercaderes, donde, como ya es habitual, no hubo encontronazo contra los maderos gracias a la garantía del líquido astideslizante.
Los cabestros siempre al inicio de la carrera, amenazados esta mañana por algún competidor, pero no perdieron su posición, porque el toro jabonero resbaló, produjo varias caídas y propició un cambio radical en el encierro.
La manada se rompió en tres grupos antes de llegar a la zona del vallado de Telefónica, lo que permitió el lucimiento de los corredores más avezados, también numerosas caídas, contusiones varias y muchos nervios.
Así, dividida, llegó la manada al túnel que da acceso a la plaza: dos toros y dos cabestros en primer lugar; otros dos toros a continuación, y el jabonero y un compañero de negro aparecieron los últimos en el ruedo.
Dos minutos y dieciocho segundos en total, récord de esta ganadería que, en sus nueve comparecencias anteriores, no había bajado de los dos minutos y veinte segundos.
Hoy no ha habido sentada de protesta de los corredores, molestos por la pérdida de emoción del encierro, pero ha sido el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, el que ha salido al paso de la polémica. Según recoge la agencia Europa Press, el primer edil de Pamplona se ha mostrado abierto a hablar con los corredores sobre el desarrollo de los encierros de los Sanfermines.
Maya ha defendido el uso del antideslizante que evita que los toros resbalen y caigan al suelo. Entiende que es algo que está funcionando “y yo no voy a cambiarlo”, explicó, “porque imaginemos que se quitara y hay cogidas graves, incluso con muerte. Yo tendría una responsabilidad tremenda, también personal, incluso penal; con esto, pocas bromas".
Sin embargo, ha apuntado que "otra cosa es el tema de los cabestros”; y añadió que se puede analizar todo, pero, “desde luego, con muchísimo rigor y priorizando siempre la seguridad". “El objetivo del encierro, —concluyó—, “es que el toro llegue a la plaza con el mayor espectáculo posible dentro de la mayor seguridad posible, y en eso vamos a seguir trabajando”.