Pero su vida de religiosa va a ser muy corta. No llegará a un año, pues, a los once meses, el Señor se la lleva para darle el
premio de su vida preciosa. En vida y en muerte, se le ha cumplido su gran deseo:
- ¿Quién puede hacerme más
feliz que Dios? Nadie. En Él lo encuentro todo....