DÍA SEXTO
¡Oh Dios omnipotente y Padre de toda consolación, que os dignasteis alentar tanta esperanza en el corazón de vuestra sierva Santa Mónica, que en los días más amargos de su tribulación, cuando su hijo más se alejaba de Vos, nunca dejó de esperar con grande confianza el cumplimiento de sus deseos y la consecución de vuestras misericordias! Concededme por su intercesión y méritos aquella firme esperanza que ella tuvo, para que jamás desfallezca yo en mi oración y merezca conseguir lo que os pido para consuelo de mi alma y gloria vuestra. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.
Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de la bienaventurada Santa Mónica. Terminar con la oración final para todos los días.
¡Oh Dios omnipotente y Padre de toda consolación, que os dignasteis alentar tanta esperanza en el corazón de vuestra sierva Santa Mónica, que en los días más amargos de su tribulación, cuando su hijo más se alejaba de Vos, nunca dejó de esperar con grande confianza el cumplimiento de sus deseos y la consecución de vuestras misericordias! Concededme por su intercesión y méritos aquella firme esperanza que ella tuvo, para que jamás desfallezca yo en mi oración y merezca conseguir lo que os pido para consuelo de mi alma y gloria vuestra. Amén.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.
Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de la bienaventurada Santa Mónica. Terminar con la oración final para todos los días.