DÍA QUINTO
Pacientísimo Padre
San Francisco, serafín abrasado y amante de la
cruz, que fuisteis favorecido por Jesús con la impresión de las sagradas llagas en vuestro cuerpo, alcanzadme que lleve incesantemente la cruz y haga
frutos dignos de penitencia. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.