Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
El Día internacional para la erradicación de la pobreza se celebra cada año el 17 de octubre. Fue reconocido por Naciones Unidas en 1992, pero la primera celebración de dicho día tuvo lugar en París, Francia en 1987, cuando más de 100.000 personas se reunieron en la plaza del Trocadero para manifestarse a favor de los Derechos humanos y la libertad en honor a las víctimas de la pobreza, el hambre, la violencia y el miedo. La convocatoria fue organizada por Joseph Wresinski, fundador del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo.
«La pobreza no se mide solamente por la insuficiencia de ingresos; se manifiesta en el acceso restringido a la salud, la educación y otros servicios esenciales y, con demasiada frecuencia, en la denegación o el abuso de otros derechos humanos fundamentales [...] Escuchemos y prestemos atención a las voces de las personas que viven en la pobreza. Comprometámonos a respetar y defender los derechos humanos de todas las personas y a poner fin a la humillación y la exclusión social que las personas que viven en la pobreza enfrentan cada día promoviendo su participación en las iniciativas mundiales dirigidas a poner fin a la pobreza extrema de una vez por todas.» — Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU
Lema 2019: Actuar unidos para empoderar a los niños, a sus familias y a sus comunidades para acabar con la pobreza
Este año se cumple el 30 aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDNU) el 20 de noviembre de 1989. Este importante tratado de derechos humanos establece los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de cada niño, independientemente de su raza, religión o habilidades.
En particular, la Convención reconoce el derecho de cada niño a un nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. La pobreza perjudica el desarrollo de los niños y, a su vez, conduce a menores ingresos y salud en la edad adulta. Cuando la pobreza infantil se reconoce como una negación de los derechos humanos de los niños, las personas en puestos de responsabilidad y poder están legalmente obligados a promover, proteger y cumplir los derechos de los niños. Sobre todo, es imperativo reconocer y abordar las discriminaciones específicas que experimenta la niña
El Día internacional para la erradicación de la pobreza se celebra cada año el 17 de octubre. Fue reconocido por Naciones Unidas en 1992, pero la primera celebración de dicho día tuvo lugar en París, Francia en 1987, cuando más de 100.000 personas se reunieron en la plaza del Trocadero para manifestarse a favor de los Derechos humanos y la libertad en honor a las víctimas de la pobreza, el hambre, la violencia y el miedo. La convocatoria fue organizada por Joseph Wresinski, fundador del Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo.
«La pobreza no se mide solamente por la insuficiencia de ingresos; se manifiesta en el acceso restringido a la salud, la educación y otros servicios esenciales y, con demasiada frecuencia, en la denegación o el abuso de otros derechos humanos fundamentales [...] Escuchemos y prestemos atención a las voces de las personas que viven en la pobreza. Comprometámonos a respetar y defender los derechos humanos de todas las personas y a poner fin a la humillación y la exclusión social que las personas que viven en la pobreza enfrentan cada día promoviendo su participación en las iniciativas mundiales dirigidas a poner fin a la pobreza extrema de una vez por todas.» — Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU
Lema 2019: Actuar unidos para empoderar a los niños, a sus familias y a sus comunidades para acabar con la pobreza
Este año se cumple el 30 aniversario de la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDNU) el 20 de noviembre de 1989. Este importante tratado de derechos humanos establece los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de cada niño, independientemente de su raza, religión o habilidades.
En particular, la Convención reconoce el derecho de cada niño a un nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. La pobreza perjudica el desarrollo de los niños y, a su vez, conduce a menores ingresos y salud en la edad adulta. Cuando la pobreza infantil se reconoce como una negación de los derechos humanos de los niños, las personas en puestos de responsabilidad y poder están legalmente obligados a promover, proteger y cumplir los derechos de los niños. Sobre todo, es imperativo reconocer y abordar las discriminaciones específicas que experimenta la niña