En la alcoba matrimonial:
-Bien, ya que estamos los dos solos, quiero decirte amor mío que nunca esperes milagros de mí.
-Ya lo se vidita, pero ¿por qué me lo dices?
Responde muy seria la muchacha:
-Porque milagros sólo las vírgenes los hacen.
-Bien, ya que estamos los dos solos, quiero decirte amor mío que nunca esperes milagros de mí.
-Ya lo se vidita, pero ¿por qué me lo dices?
Responde muy seria la muchacha:
-Porque milagros sólo las vírgenes los hacen.