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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Obstáculos y discriminaciones de las mujeres defensoras...

Obstáculos y discriminaciones de las mujeres defensoras

Según especialistas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU ser mujer y activista en la defensa de los derechos humanos hace aumentar los riesgos que enfrentan en el desempeño de su trabajo; afectan su salud, su vida, sus relaciones familiares y comunitarias; disminuyen su capacidad de aporte, afectándose así las organizaciones en las que participan y las causas por las que luchan. También inhiben que más mujeres ejerzan sus derechos políticos y contribuyan con su participación al desarrollo y la democracia de toda la sociedad.

Esta discriminación también inhibe y desalienta a las mujeres agentes de cambio, pero que por miedo a represalias ni siquiera se atreven a identificarse como defensoras de derechos humanos.

La discriminación contra las mujeres defensoras de derechos humanos y los obstáculos que enfrentan se expresan en:

Ataques misóginos: Las mujeres que deciden romper con los roles tradicionales de género para exigir sus derechos y los de sus comunidades suelen enfrentarse a la desaprobación y estigmatización. Los ataques que padecen, a menudo a través de los medios de comunicación, giran en torno a los mismos estereotipos que las defensoras desafían a través de su trabajo. Suelen ser etiquetadas como "malas madres" o "putas", su orientación sexual es cuestionada, y pueden ser ridiculizadas por su apariencia física o por su supuesta falta de "feminidad".

Violencia basada en el género: las agresiones sexuales o las amenazas de violación y los ataques contra sus familia son dos tipos de agresiones específicas contra defensoras de derechos humanos. Estas agresiones son cometidas por las autoridades e instituciones del Estado así como por actores privados, como empresas pero también por sus propias familias, comunidades y organizaciones.

Falta de protección y acceso a la justicia: Cuando una mujer defensora de derechos humanos es agredida, es más probable que no cuente con el apoyo de su familia o comunidad y a veces, incluso la de su organización. Esto se debe a la persistencia de estereotipos de género que llevan a cuestionar y criticar el hecho de que las mujeres participen en la política y no se dediquen a tareas domésticas. Por otra parte, cuando una mujer defensora ha sido agredida y denuncia ante la justicia, es probable que se enfrente con autoridades que la re-victimicen y pongan en duda la validez de su testimonio y la gravedad de los hechos. Muchas de estas mujeres tampoco cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo acciones legales. Por otra parte, los mecanismos de protección existentes adolecen por lo general de un adecuado enfoque de género que tomaría en cuenta la desigualdad, discriminación y exclusión que enfrentan las mujeres en la sociedad y propondría una respuesta eficaz para responder a sus necesidades y prioridades. Las medidas de protección suelen no ser sensibles al género al no tener en cuenta las situaciones particulares de las mujeres, como por ejemplo, su papel de cuidadoras en la familia.

Falta de recursos para las organizaciones de mujeres y apoyo a la participación de las defensoras en la vida política y pública:
Las organizaciones de mujeres tienden a tener menos acceso a los recursos y menos apoyo político para la realización de su trabajo. Muchas mujeres defensoras no son reconocidas por su liderazgo y contribución -incluso en sus propias organizaciones, familias y comunidades y tienen que cargar, solas, con sus tareas domésticas y de cuidado mientras buscan tiempo para participar en actividades públicas o políticas.