4. Los dos animales son también, como te diría San Francisco de Asís, una palabra de pobreza para ti. ¿Cuál es su misión en el nacimiento de Cristo? Calentar un poco aquel pesebre con su aliento y el calor de su cuerpo. Algo que está al alcance de hasta el más pobre de los pobres. ¿Qué te pide a ti Cristo hoy? ¿Grandes cosas? Eres incapaz de hacer grandes cosas. ¿Riquezas que cambien el mundo? Apenas llegas a fin de mes. ¿Sabiduría y erudición? A menudo, de tu boca salen más bien rebuznos o mugidos. Entonces, ¿qué quiere Dios de ti? Lo que quiere, en primer lugar y ante todo, es que te dejes querer por ese Niño y aprendas así a amarle a Él. Alégrate de formar parte de su familia, que es la Iglesia. Dios no quiere quitarte nada, te quiere a ti. Disfruta, pues, de “la generosidad de Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su riqueza” (2Co 8,9). Ya habrá tiempo, si Dios quiere, para que hagas grandes cosas.