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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Era muy de madrugada cuando llegó a su convento. La...

Era muy de madrugada cuando llegó a su convento. La gran puerta se abrió por sí sola, como brazos de madre recibiendo a un hijo largamente esperado. Se dirigió a su celda conventual, donde hasta las paredes parecían exultar de alegría. Al amanecer, con la modestia característica de los santos, fue a recibir la bendición del Superior y comunicarle que su misión en la corte real estaba cumplida. Sólo mucho tiempo después los hermanos tuvieron conocimiento del portentoso milagro, y por otros conductos.