El evangelio del Génesis
Pero, ¿a lo mejor estamos leyendo demasiado dentro de una sola palabra?
Otra manera de hacer esta pregunta es: ¿Estamos en lo correcto al pensar en el evangelio del Génesis cuando leemos la historia de Caná?
La respuesta es que hay varias pistas en Juan 1 y 2 que nos dicen que leamos este evangelio con el Génesis en mente. Sólo toma el primer versículo del primer capítulo: “En el principio…” ¿Te suena familiar? La Iglesia siempre ha reconocido en éste, un recuento trinitario del relato de la creación en Génesis 1.
Los siguientes versículos continúan con el tema de la creación: todas la cosas fueron hechas a través de la Palabra y la Palabra fue vida que iluminó la raza humana (versículo 4). El lenguaje acerca de la luz y las tinieblas también evoca el primer momento de la creación, aunque en Juan la Palabra divina es luz y en Génesis es algo creado por Dios.
Las semejanzas continúan en la estructura de los primeros dos capítulos. De hecho, algunos estudiosos han notado que hay siete días escondidos en el comienzo de Juan, haciendo eco a los siete días de la creación. El día 1 comienza en el primer verso. El segundo día comienza en Juan 1:29 (“Al día siguiente…”). Casualmente, aquí es donde conocemos a Juan el Bautista y en el segundo día en el Génesis fue cuando las aguas se separaron de los cielos. El tercero y cuarto día se denotan en Juan 1:35 y 1:43 en una manera similar.
Luego la historia de Caná comienza con esta nota cronológica: “Tres días más tarde se celebraba una boda…”. Hagamos cálculos rápidamente. Cuatro días habían pasado. Tres más nos llevan al séptimo día – el día del descanso de Dios, Domingo. Cuán conveniente es que la celebración de una boda donde el agua es convertida en vino (la celebración Eucarística) sea en este día.
El evangelio de Juan está empezando a sonar más como el Génesis. De repente, ya no es tan sorprendente que encontremos a la nueva Eva junto al nuevo Adán (Cristo).
Lejos de ser vergonzoso para los Católicos, la boda en Caná es uno de los textos bíblicos más fuertes que soportan las enseñanzas Marianas de la Iglesia. Con este entendimiento renovado de la historia en cuestión, escuchemos nuevamente a María mientras nos habla de su Hijo: “Hagan lo que Él les diga”.
Adaptado y traducido para PildorasdeFe. net por María Vanegas
Artículo publicado en: Catholic Exchange, autor: Stephen Beale
Pero, ¿a lo mejor estamos leyendo demasiado dentro de una sola palabra?
Otra manera de hacer esta pregunta es: ¿Estamos en lo correcto al pensar en el evangelio del Génesis cuando leemos la historia de Caná?
La respuesta es que hay varias pistas en Juan 1 y 2 que nos dicen que leamos este evangelio con el Génesis en mente. Sólo toma el primer versículo del primer capítulo: “En el principio…” ¿Te suena familiar? La Iglesia siempre ha reconocido en éste, un recuento trinitario del relato de la creación en Génesis 1.
Los siguientes versículos continúan con el tema de la creación: todas la cosas fueron hechas a través de la Palabra y la Palabra fue vida que iluminó la raza humana (versículo 4). El lenguaje acerca de la luz y las tinieblas también evoca el primer momento de la creación, aunque en Juan la Palabra divina es luz y en Génesis es algo creado por Dios.
Las semejanzas continúan en la estructura de los primeros dos capítulos. De hecho, algunos estudiosos han notado que hay siete días escondidos en el comienzo de Juan, haciendo eco a los siete días de la creación. El día 1 comienza en el primer verso. El segundo día comienza en Juan 1:29 (“Al día siguiente…”). Casualmente, aquí es donde conocemos a Juan el Bautista y en el segundo día en el Génesis fue cuando las aguas se separaron de los cielos. El tercero y cuarto día se denotan en Juan 1:35 y 1:43 en una manera similar.
Luego la historia de Caná comienza con esta nota cronológica: “Tres días más tarde se celebraba una boda…”. Hagamos cálculos rápidamente. Cuatro días habían pasado. Tres más nos llevan al séptimo día – el día del descanso de Dios, Domingo. Cuán conveniente es que la celebración de una boda donde el agua es convertida en vino (la celebración Eucarística) sea en este día.
El evangelio de Juan está empezando a sonar más como el Génesis. De repente, ya no es tan sorprendente que encontremos a la nueva Eva junto al nuevo Adán (Cristo).
Lejos de ser vergonzoso para los Católicos, la boda en Caná es uno de los textos bíblicos más fuertes que soportan las enseñanzas Marianas de la Iglesia. Con este entendimiento renovado de la historia en cuestión, escuchemos nuevamente a María mientras nos habla de su Hijo: “Hagan lo que Él les diga”.
Adaptado y traducido para PildorasdeFe. net por María Vanegas
Artículo publicado en: Catholic Exchange, autor: Stephen Beale