Llevas toda la vida usando el estropajo mal, descubre por qué
No es tan fácil como parece
A lo largo de los años y a pesar de que muchos ya contamos con un lavavajillas en casa -bendito invento- seguro que has lavado algún otro plato en casa siguiendo el sencillo ritual de añadir jabón al estropajo en la parte blanda del estropajo, un poco de agua, enjabonar la vajilla, frotar y enjuagar. Aparentemente simple y mecánico, pero nada más lejos de la realidad. Resulta que muchos llevamos años realizando este proceso de una forma errónea, no solamente por no hacerlo de la manera más eficaz posible, sino que tampoco es la más eficiente. Te contamos como, según los expertos en la materia, que los hay, debemos llevar a cabo este proceso.
Limpiar la encimera
Las encimeras de la cocina están preparadas para que podamos trabajar sobre ellas sin problema, son robustas, resistentes y fáciles de limpiar. Tan sencilla es su limpieza, que muchos no prestamos especial atención a cómo hacerlo y en vez de usar los utensilios adecuados, simplemente cogemos la esponja del fregadero y le damos un repaso rápido. Olvida esta técnica, ya que lo que conseguirás es esparcir las bacterias que habitan en tu estropajo por toda la cocina. En su lugar, lo recomendable es usar un trapo o bayeta y productos desinfectantes.
Almacenamiento
Un detalle al que muchos no prestamos atención es al lugar donde dejamos la esponja cuando no la estamos usando, algunos simplemente la dejamos en el fregadero. Otros, mucho más cuidadosos, la conservan en un compartimento específicamente destinado para ello, normalmente de cerámica o de rejilla. Lo cierto es que este segundo método es mucho mejor, ya que así se airea mejor y se evita la transferencia de bacterias desde el fregadero, un entorno especialmente propicio para estos microorganismos.
Vida útil
El tiempo que nos dura una esponja, es decir, su vida útil, es desconocido para la mayoría de nosotros, que simplemente la reemplaza cuando ve que la parte rugosa se ha destruido en su mayoría y, por tanto, deja de ser eficaz. Las esponjas, en tanto que van acumulando microorganismos a lo largo del tiempo, deben ser reemplazadas con mayor frecuencia: cada semana si se usa diariamente y una vez al mes si simplemente limpiamos con ella parte de nuestros enseres y vajilla.
Leyendas urbanas
Hace tiempo comenzó a circular algunos textos y vídeos en Internet sobre las bondades de usar el microondas para limpiar de bacterias y otros microorganismos las esponjas que usamos en la cocina. Esto resultó ser cierto, pero solo en parte. Así, un estudio realizado por Scientific Reports afirmó que si bien después de calentar la esponja al microondas, la concentración de microorganismos era menor, otros como la salmonela resistían y volvían a reproducirse rápidamente. Si bien esto resulta ser una solución a corto plazo, no sustituye al hecho de que tengas que reemplazar tu esponja en los plazos que te mostramos en la imagen anterior.
Reciclaje
La esponja de la cocina tiene mucha más vida útil de lo que podrías imaginar. Si bien hay que dejar de usarla en la cocina pasada un tiempo, después de comprar una nueva, no tienes por qué tirar la antigua, sino que la puedes usar para limpiar otros rincones de tu casa en los que no es necesario estar tan pendientes de las bacterias como es la cocina. Lo que sí es recomendable es desinfectar la esponja que vayamos a reutilizar con lejía, para así matar la mayor cantidad de microorganismos posibles antes de darle una nueva vida.
No es tan fácil como parece
A lo largo de los años y a pesar de que muchos ya contamos con un lavavajillas en casa -bendito invento- seguro que has lavado algún otro plato en casa siguiendo el sencillo ritual de añadir jabón al estropajo en la parte blanda del estropajo, un poco de agua, enjabonar la vajilla, frotar y enjuagar. Aparentemente simple y mecánico, pero nada más lejos de la realidad. Resulta que muchos llevamos años realizando este proceso de una forma errónea, no solamente por no hacerlo de la manera más eficaz posible, sino que tampoco es la más eficiente. Te contamos como, según los expertos en la materia, que los hay, debemos llevar a cabo este proceso.
Limpiar la encimera
Las encimeras de la cocina están preparadas para que podamos trabajar sobre ellas sin problema, son robustas, resistentes y fáciles de limpiar. Tan sencilla es su limpieza, que muchos no prestamos especial atención a cómo hacerlo y en vez de usar los utensilios adecuados, simplemente cogemos la esponja del fregadero y le damos un repaso rápido. Olvida esta técnica, ya que lo que conseguirás es esparcir las bacterias que habitan en tu estropajo por toda la cocina. En su lugar, lo recomendable es usar un trapo o bayeta y productos desinfectantes.
Almacenamiento
Un detalle al que muchos no prestamos atención es al lugar donde dejamos la esponja cuando no la estamos usando, algunos simplemente la dejamos en el fregadero. Otros, mucho más cuidadosos, la conservan en un compartimento específicamente destinado para ello, normalmente de cerámica o de rejilla. Lo cierto es que este segundo método es mucho mejor, ya que así se airea mejor y se evita la transferencia de bacterias desde el fregadero, un entorno especialmente propicio para estos microorganismos.
Vida útil
El tiempo que nos dura una esponja, es decir, su vida útil, es desconocido para la mayoría de nosotros, que simplemente la reemplaza cuando ve que la parte rugosa se ha destruido en su mayoría y, por tanto, deja de ser eficaz. Las esponjas, en tanto que van acumulando microorganismos a lo largo del tiempo, deben ser reemplazadas con mayor frecuencia: cada semana si se usa diariamente y una vez al mes si simplemente limpiamos con ella parte de nuestros enseres y vajilla.
Leyendas urbanas
Hace tiempo comenzó a circular algunos textos y vídeos en Internet sobre las bondades de usar el microondas para limpiar de bacterias y otros microorganismos las esponjas que usamos en la cocina. Esto resultó ser cierto, pero solo en parte. Así, un estudio realizado por Scientific Reports afirmó que si bien después de calentar la esponja al microondas, la concentración de microorganismos era menor, otros como la salmonela resistían y volvían a reproducirse rápidamente. Si bien esto resulta ser una solución a corto plazo, no sustituye al hecho de que tengas que reemplazar tu esponja en los plazos que te mostramos en la imagen anterior.
Reciclaje
La esponja de la cocina tiene mucha más vida útil de lo que podrías imaginar. Si bien hay que dejar de usarla en la cocina pasada un tiempo, después de comprar una nueva, no tienes por qué tirar la antigua, sino que la puedes usar para limpiar otros rincones de tu casa en los que no es necesario estar tan pendientes de las bacterias como es la cocina. Lo que sí es recomendable es desinfectar la esponja que vayamos a reutilizar con lejía, para así matar la mayor cantidad de microorganismos posibles antes de darle una nueva vida.