DÍA OCTAVO
Por la señal… Señor mío Jesucristo…
ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que hacíéndoos esclava del Señor y humillándoos hasta vivir sin propia voluntad, merecisteis os llamasen bendita todas las generaciones! Enseñadme y ayudadme, como a la niña Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar hasta el cielo. Amén.
Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.
Por la señal… Señor mío Jesucristo…
ORACIÓN. ¡Oh Virgen de Lourdes, ejemplar sublime de obediencia, que hacíéndoos esclava del Señor y humillándoos hasta vivir sin propia voluntad, merecisteis os llamasen bendita todas las generaciones! Enseñadme y ayudadme, como a la niña Bernardita, a ser obediente hasta la muerte, porque la obediencia es mejor que los sacrificios, y el que sigue obedeciendo a Dios conseguirá llegar hasta el cielo. Amén.
Tres Avemarías y un Gloria. Pedir la gracia que se desea obtener con esta novena. Terminar con la oración final para todos los días.