Podríamos seguir con una incontable lista de intérpretes de Nostradamus que también han visto el presente a la luz de la simbología encontrada en cualquier texto que les sirva de excusa. Lo cierto es que todos los que se pretenden apoyar en la Biblia olvidan que los mismos textos bíblicos advierten que “nadie sabe el día ni la hora“, solo Dios.