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iércoles, 8 Abril 2020

MÉDICOS
Y PACIETES
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Dra. Castellano y Dra. Sánchez Castellano: “La asistencia sanitaria a los mayores en situación de crisis, también una cuestión ético-deontológica

Coronavirus
La Dra. María Castellano, catedrática de Medicina Legal y Forense, vocal de la Comisión de Deontología del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos; y su hija la Dra. Carmen Sánchez Castellano, geriatra y vocal de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología, analizan en este artículo de opinión “la asistencia sanitaria a los mayores en situación de crisis, también una cuestión ético-deontológica”

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Madrid 01/04/2020 medicosypacientes. com

Dra. María Castellano Arroyo. Catedrática de Medicina Legal y Forense. Vocal de la Comisión de Deontología del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Dra. Carmen Sánchez Castellano, Geriatra. Vocal de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología.

Estos días hemos leído con estupor noticias que ponían a las Residencias de mayores de la Comunidad de Madrid en el punto de mira, por la gestión que se había hecho de la crisis del coronavirus en dichos centros. Se ha hablado de geriatras que niegan traslados al hospital, guiados por un polémico protocolo que rechaza a estos pacientes, …

Qué contradictorio, cuando es precisamente la Geriatría la especialidad médica que ha demostrado que las personas mayores merecen una asistencia sanitaria a su medida, en lo científico y en lo personal, individualizada, centrada en la persona y que, para eso, es necesaria una formación específica en cómo es el envejecimiento normal y el patológico, cuáles son las enfermedades más prevalentes en los mayores, los síndromes geriátricos, farmacología geriátrica,… Así, los geriatras han llenado de contenido ese primer nivel exigible en todo acto médico: el nivel clínico cuya base son los conocimientos científicos, los diagnósticos certeros y las medidas terapéuticas indicadas en cada paciente, para buscar el mayor bienestar y calidad de vida cuando se aproxima el final de la misma o para promover un envejecimiento saludable. La sensibilidad de estos especialistas ha conseguido una asistencia en la que se integra lo médico, los cuidados de enfermería y las necesidades sociales (marco sociosanitario). Los y las geriatras han defendido a ultranza la dignidad del paciente mayor, defienden que ejerza su autonomía en la medida en que pueda hacerlo y son sus garantes, incluso, ante sus familiares, cuando ya no están en condiciones de decidir (conocen también sus deberes en el nivel legal).

La Geriatría está integrada en los hospitales con sus consultas externas, sus propias plantas de hospitalización y en colaboración con Servicios como los de Traumatología (con unidades específicas de Ortogeriatría, atendiendo a mayores con fractura de cadera) o Cardiología y especialidades de Oncología, para valoración integral de los pacientes y participación en la toma de decisiones complejas ante tratamientos sofisticados. También en hospitales de apoyo, donde se produce la recuperación funcional tras determinados procesos.

Desde la Geriatría se ha apoyado y brindado atención hospitalaria a la red asistencial deResidencias (públicas, concertadas y privadas) en las que cientos de miles de mayores reciben los cuidados que necesitan y que no pueden recibir en el seno familiar, debido a los cambios sociales que ha experimentado la estructura familiar en nuestra era moderna. En las Residencias de mayores trabajan un número ingente de profesionalescualificados y vocacionales que, habitualmente, prestan a las personas mayores que allí viven, una estancia agradable y entretenida en la que ahora constituye su también familia.

Sirva esto de antesala a lo que comentamos seguidamente en relación a la catastrófica experiencia vital sufrida en el seno de estas Residencias con motivo de la epidemia por el COVID-19.
En un espacio corto de tiempo se ha producido la llegada masiva de pacientes con síntomas a los Centros de Salud y Servicios de Urgencias, así como ingresos en plantas de hospitalización y en las UCIs, esto último cuando la indicación ha sido de soporte mecánico respiratorio en los casosde neumonías e insuficiencias respiratorias más graves. Los hospitales (especialmente los de Madrid) se han visto desbordados, las camas en plantas y en UCIshan resultado insuficientes.

Si esto ha sido así a nivel de Centros de Salud y de Hospitales no puede sorprender lo que ha sucedido en las Residencias de mayores en el curso de dos semanas: Con una población de personas mayores, con pluripatología, vulnerables a complicaciones, recibiendo visitas externas y con cuidadores que hacen su vida personal fuera del centro, el resultado ha sido de contagios colectivos, que se han manifestado ya con cuadros graves y complicados que, en muy pocos días, han producido la muerte a un número importante de residentes; en algunas de ellas, las defunciones han superado la treintena de casos. Se han planteado al menos dos problemas relevantes en el contexto de dicha crisis sanitaria, referidos específicamente a la Comunidad de Madrid, aunque se trata de un problema nacional:

1.- La derivación de los pacientes de Residencias a los Hospitales cuando se manifestaba el cuadro respiratorio, a menudo ya en estado grave.

2.- La gestión de las personas cuyos fallecimientos se producían en las Residencias.

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