El himno pone todavía en boca de Magdalena una invitación que se dirige a todos los discípulos del Maestro: "Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua". El ministerio de Jesús comenzó en Galilea. Y allí fue llamando a sus discípulos. Dispersados por el miedo, han de volver a los orígenes. Y recobrar el aliento de la llamada.