Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía,
17 de junio
Mensaje del Secretario General - 2020
La salud de la humanidad depende de la salud del planeta.
Y hoy nuestro planeta está enfermo.
La degradación del suelo afecta a unos 3.200 millones de personas y la actividad humana ha transformado el 70 % de las tierras del mundo.
Pero podemos corregir esta tendencia y con ello resolver problemas muy diversos, como la migración forzada, el hambre o el cambio climático.
En la región africana del Sahel, desde el Senegal hasta Djibouti, la Gran Muralla Verde está transformando la vida de las personas y sus medios de subsistencia.
La restauración de 100 millones de hectáreas de tierras degradadas permite preservar la seguridad alimentaria, mantener a flote los hogares y crear puestos de trabajo.
Con este tipo de iniciativas se restablece la biodiversidad, se reducen los efectos del cambio climático y se aumenta la resiliencia de las comunidades.
Y, a fin de cuentas, los beneficios que generan son diez veces superiores al costo que conllevan.
En el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, hago un llamamiento a favor de un nuevo pacto por la naturaleza.
Actuando con solidaridad a nivel internacional, podemos ampliar la restauración a otras tierras e impulsar soluciones basadas en la naturaleza para promover la acción climática en beneficio de las generaciones futuras.
Y así será posible cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás.
17 de junio
Mensaje del Secretario General - 2020
La salud de la humanidad depende de la salud del planeta.
Y hoy nuestro planeta está enfermo.
La degradación del suelo afecta a unos 3.200 millones de personas y la actividad humana ha transformado el 70 % de las tierras del mundo.
Pero podemos corregir esta tendencia y con ello resolver problemas muy diversos, como la migración forzada, el hambre o el cambio climático.
En la región africana del Sahel, desde el Senegal hasta Djibouti, la Gran Muralla Verde está transformando la vida de las personas y sus medios de subsistencia.
La restauración de 100 millones de hectáreas de tierras degradadas permite preservar la seguridad alimentaria, mantener a flote los hogares y crear puestos de trabajo.
Con este tipo de iniciativas se restablece la biodiversidad, se reducen los efectos del cambio climático y se aumenta la resiliencia de las comunidades.
Y, a fin de cuentas, los beneficios que generan son diez veces superiores al costo que conllevan.
En el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, hago un llamamiento a favor de un nuevo pacto por la naturaleza.
Actuando con solidaridad a nivel internacional, podemos ampliar la restauración a otras tierras e impulsar soluciones basadas en la naturaleza para promover la acción climática en beneficio de las generaciones futuras.
Y así será posible cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y no dejar a nadie atrás.