Bolivia
Tradicionalmente se realizaban hogueras familiares en las cuales se quemaban (atizaban) muebles y cosas viejas de madera que se reunían a lo largo del año anterior y también se atiza la leña, este acto representaba quemar, deshacerse de lo viejo para dar paso a lo nuevo. La celebración de San Juan se llevaba a cabo en torno a la fogata, y a fin de mantenerse calientes, se consumían platillos calientes típicos, como ser el apí y los buñuelos. También se disfrutaba de un ponche caliente o un sucumbé, esta última bebida hecha con singani (agua ardiente de uva) y leche calentada al fuego, ya que en Bolivia se tiene al 23 de junio como la noche más fría del año. Los niños juegan con fuegos artificiales; los jóvenes y los adultos bailan y saltan la fogata.
Actualmente se celebra la noche de San Juan en todo el país pero sin fogatas, ya que debido al crecimiento demográfico de las ciudades la quema de maderas supone un riego de incendio y, al contener materiales tóxicos (plásticos, pinturas, etc.) daña el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, por lo cual se decidió mediante normativa legal prohibir las fogatas y los fuegos artificiales; en consecuencia, las fogatas han sido remplazadas por parrilladas, manteniendo así la festividad con reuniones familiares y de amigos.
En ciertas localidades pequeñas de Bolivia se continúa la tradición de San Juan, haciendo fogatas y brasas donde la gente pasa sobre estas a modo de diversión y se hacen saltos a las fogatas. Otro dato importante es que esa noche también se comen hot dog (conocidos también como panchitos) alrededor de la fogata y debido a tal tradición es que grandes empresas de embutidos sacan promociones durante el mes de San Juan y en especial el día, esto es en todas las ciudades de Bolivia.
Chile
En este país los conquistadores reemplazaron las fiestas solsticiales del Machaq Mara y We Tripantu, que marcaban el inicio del año para aymaras y mapuches, por una celebración con tintes demoniacos para dejar en claro la posición respecto a las religiones indígenas. La tradición relacionada a la Noche de San Juan en Chile se refiere eminentemente a creencias populares relacionadas a la figura del Diablo, en un principio focalizadas en la isla de Chiloé y sectores rurales del centro-sur de Chile, y actualmente diseminadas a lo largo del país en diversas variantes. El folclore local sugiere que en esta festividad, la presencia demoníaca es más patente que en cualquier otra fecha del año, lo que se reconoce como la oportunidad para la realización de ciertos actos de brujería. Célebre en el país es la "tradición de las papas" (de las patatas), según la cual, la colocación de estos tubérculos bajo la cama en la Noche de San Juan puede ser utilizada como un oráculo de Año Nuevo. También se relaciona a esta festividad con numerosos eventos relacionados con el árbol de la higuera, que van desde el aprendizaje instantáneo de la interpretación de un instrumento musical (mediada por el demonio) bajo este árbol, como la aparición de su supuesta flor.
Colombia
Celebración centrada básicamente en los departamentos del Tolima, Huila y Caquetá. Junto a la tradición de la ceremonia al sol, la cual ha perdido importancia con el paso del tiempo, los campesinos celebran a San Juan Bautista como augurio para la prosperidad de las cosechas de arroz, especialmente. Desde la época de la Colonia, las fiestas de San Juan constituyen la más importante tradición cultural del Huila. Nacida de costumbres rurales y pueblerinas, esta celebración permanece como recuerdo de viejas tradiciones.
En el departamento de Tolima, está Ibagué, conocida popularmente como La Ciudad Musical de Colombia por sus famosos festivales musicales, sus conciertos, su importante conservatorio y por el carácter melómano de sus habitantes.
Uno de los eventos culturales más reconocidos de Ibagué es su Festival Folclórico que se realiza cada año, en junio, en las vísperas de las fiestas de San Juan y San Pedro. En estas fechas las plazas y los parques se convierten en los mejores escenarios musicales donde la gente baila al son de los ritmos andinos: sanjuaneros, bambucos y pasillos.
En el Tolima Grande la celebración del San Juan es muy ruidosa. La más importante del año junto con la fiesta del apóstol Pedro. Nicanor Velásquez Ortiz, Blanca Álvarez, Cesáreo Rocha Castilla, han descrito con lujo de detalles estas fiestas tan auténticas.
El llano, la montaña, los grandes y pequeños pueblos son testigos de la ejecución de aquellos ritmos tradicionales. Complementan el espectáculo la tauromaquia, las comidas típicas, despescuezada del gallo.
En el centro y norte del país se celebra con torres de fuegos artificiales y festivales de música, sobre todo en las ciudades de las cuales es el santo patrono.
Tradicionalmente se realizaban hogueras familiares en las cuales se quemaban (atizaban) muebles y cosas viejas de madera que se reunían a lo largo del año anterior y también se atiza la leña, este acto representaba quemar, deshacerse de lo viejo para dar paso a lo nuevo. La celebración de San Juan se llevaba a cabo en torno a la fogata, y a fin de mantenerse calientes, se consumían platillos calientes típicos, como ser el apí y los buñuelos. También se disfrutaba de un ponche caliente o un sucumbé, esta última bebida hecha con singani (agua ardiente de uva) y leche calentada al fuego, ya que en Bolivia se tiene al 23 de junio como la noche más fría del año. Los niños juegan con fuegos artificiales; los jóvenes y los adultos bailan y saltan la fogata.
Actualmente se celebra la noche de San Juan en todo el país pero sin fogatas, ya que debido al crecimiento demográfico de las ciudades la quema de maderas supone un riego de incendio y, al contener materiales tóxicos (plásticos, pinturas, etc.) daña el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, por lo cual se decidió mediante normativa legal prohibir las fogatas y los fuegos artificiales; en consecuencia, las fogatas han sido remplazadas por parrilladas, manteniendo así la festividad con reuniones familiares y de amigos.
En ciertas localidades pequeñas de Bolivia se continúa la tradición de San Juan, haciendo fogatas y brasas donde la gente pasa sobre estas a modo de diversión y se hacen saltos a las fogatas. Otro dato importante es que esa noche también se comen hot dog (conocidos también como panchitos) alrededor de la fogata y debido a tal tradición es que grandes empresas de embutidos sacan promociones durante el mes de San Juan y en especial el día, esto es en todas las ciudades de Bolivia.
Chile
En este país los conquistadores reemplazaron las fiestas solsticiales del Machaq Mara y We Tripantu, que marcaban el inicio del año para aymaras y mapuches, por una celebración con tintes demoniacos para dejar en claro la posición respecto a las religiones indígenas. La tradición relacionada a la Noche de San Juan en Chile se refiere eminentemente a creencias populares relacionadas a la figura del Diablo, en un principio focalizadas en la isla de Chiloé y sectores rurales del centro-sur de Chile, y actualmente diseminadas a lo largo del país en diversas variantes. El folclore local sugiere que en esta festividad, la presencia demoníaca es más patente que en cualquier otra fecha del año, lo que se reconoce como la oportunidad para la realización de ciertos actos de brujería. Célebre en el país es la "tradición de las papas" (de las patatas), según la cual, la colocación de estos tubérculos bajo la cama en la Noche de San Juan puede ser utilizada como un oráculo de Año Nuevo. También se relaciona a esta festividad con numerosos eventos relacionados con el árbol de la higuera, que van desde el aprendizaje instantáneo de la interpretación de un instrumento musical (mediada por el demonio) bajo este árbol, como la aparición de su supuesta flor.
Colombia
Celebración centrada básicamente en los departamentos del Tolima, Huila y Caquetá. Junto a la tradición de la ceremonia al sol, la cual ha perdido importancia con el paso del tiempo, los campesinos celebran a San Juan Bautista como augurio para la prosperidad de las cosechas de arroz, especialmente. Desde la época de la Colonia, las fiestas de San Juan constituyen la más importante tradición cultural del Huila. Nacida de costumbres rurales y pueblerinas, esta celebración permanece como recuerdo de viejas tradiciones.
En el departamento de Tolima, está Ibagué, conocida popularmente como La Ciudad Musical de Colombia por sus famosos festivales musicales, sus conciertos, su importante conservatorio y por el carácter melómano de sus habitantes.
Uno de los eventos culturales más reconocidos de Ibagué es su Festival Folclórico que se realiza cada año, en junio, en las vísperas de las fiestas de San Juan y San Pedro. En estas fechas las plazas y los parques se convierten en los mejores escenarios musicales donde la gente baila al son de los ritmos andinos: sanjuaneros, bambucos y pasillos.
En el Tolima Grande la celebración del San Juan es muy ruidosa. La más importante del año junto con la fiesta del apóstol Pedro. Nicanor Velásquez Ortiz, Blanca Álvarez, Cesáreo Rocha Castilla, han descrito con lujo de detalles estas fiestas tan auténticas.
El llano, la montaña, los grandes y pequeños pueblos son testigos de la ejecución de aquellos ritmos tradicionales. Complementan el espectáculo la tauromaquia, las comidas típicas, despescuezada del gallo.
En el centro y norte del país se celebra con torres de fuegos artificiales y festivales de música, sobre todo en las ciudades de las cuales es el santo patrono.