Tío Vivo, Don Pedrito, que está como nunca
Tío Vivo fue una conocida revista de historietas española que comenzó a publicarse en 1957 y desapareció en 1986, aunque con un intervalo a principios de los ochenta. Contó con tres épocas diferenciadas:
Primera época (1957-1960)
La historia de "Tío Vivo" comenzó como la aventura empresarial de un grupo de dibujantes de la Editorial Bruguera (Escobar, Peñarroya, Conti, Cifré y Giner), quienes, sintiéndose explotados y deseando poder controlar los derechos sobre sus creaciones, se independizaron y fundaron en 1957 la cooperativa D. E. R. (Dibujantes Españoles Reunidos). Con el objetivo de crear una revista de historietas dirigida a un público adulto, inspirada en la revista argentina Rico Tipo, D. E. R. comenzó a publicar a finales de mayo la revista Tío Vivo, autodefinida como "semanario de humor para mayores", y que contó con impresión y distribución de Crisol.
Conti fungió de director artístico de la nueva editorial. Imposibilitados de continuar con los personajes que habían creado en los diez años anteriores para Bruguera, los dibujantes se ven obligados a crear otros nuevos. Así, surgen las series.
(6 de Junio de 1972)
Tío Vivo fue una conocida revista de historietas española que comenzó a publicarse en 1957 y desapareció en 1986, aunque con un intervalo a principios de los ochenta. Contó con tres épocas diferenciadas:
Primera época (1957-1960)
La historia de "Tío Vivo" comenzó como la aventura empresarial de un grupo de dibujantes de la Editorial Bruguera (Escobar, Peñarroya, Conti, Cifré y Giner), quienes, sintiéndose explotados y deseando poder controlar los derechos sobre sus creaciones, se independizaron y fundaron en 1957 la cooperativa D. E. R. (Dibujantes Españoles Reunidos). Con el objetivo de crear una revista de historietas dirigida a un público adulto, inspirada en la revista argentina Rico Tipo, D. E. R. comenzó a publicar a finales de mayo la revista Tío Vivo, autodefinida como "semanario de humor para mayores", y que contó con impresión y distribución de Crisol.
Conti fungió de director artístico de la nueva editorial. Imposibilitados de continuar con los personajes que habían creado en los diez años anteriores para Bruguera, los dibujantes se ven obligados a crear otros nuevos. Así, surgen las series.
(6 de Junio de 1972)