Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones)
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña que su revelación moderna confirma el relato bíblico de Juan y también aporta nuevos elementos de su predicación. De acuerdo con esta creencia, cuando Juan tenía ocho años "el ángel del Señor le ordenó" que "derrocase el reino de los judíos" y que preparase al pueblo para el Señor. Los mormones también creen que "él fue bautizado cuando todavía era un niño". Joseph Smith dijo: "Vayamos a los tiempos del Nuevo Testamento donde muchos alababan al Señor y a sus apóstoles. Comenzaremos con Juan el Bautista. Cuando Herodes sacó su edicto para destruir a los niños pequeños, Juan era unos seis meses mayor que Jesús, y fue objetivo de este decreto infernal, y Zacarías le dijo a su madre que le llevará a las montañas, donde se crió a base de saltamontes y miel silvestre. Cuando su padre se negó a revelar su escondite, y siendo el sumo sacerdote que oficia en el templo de ese año, fue ejecutado por orden de Herodes, entre la entrada y el altar, como dijo Jesús."
La Iglesia mormona enseña que Juan el bautista se apareció en la orilla del río Susquehanna, cerca del municipio de Harmony, condado de Susquehanna, Pensilvania, como un resucitado a Joseph Smith y a Oliver Cowdery el 15 de mayo de 1829 y les ordenó el ministerio arónico. De acuerdo con la doctrina mormona, el ministerio de Juan había trabajado en tres puntos: él era el último de los profetas bajo las normas de Moisés; él era el primero de los profetas del Nuevo Testamento; y él fue enviado para confirmar el ministerio arónico en nuestros días. Los mormones creen que el ministerio de Juan fue profetizado a dos profetas cuyas enseñanzas están incluidas en el Libro de Mormón: Lehi y su hijo Nephi.
Islam
Juan también es venerado como profeta en el islam, donde es llamado Yaḥyā ibn Zakarīyā (يحيى بن زكريا), que significa "Juan, hijo de Zacarías". Los musulmanes creen que él revelaba la palabra de Dios y que fue un profeta que anunció la venida de Jesús. Su padre, Zacarías, también se considera profeta en el islam y la tradición islámica mantiene que Juan fue uno de los profetas que Mahoma conoció en la noche de Mi'raj en su ascensión a los Siete Cielos. Se dice que conoció a Juan y a Jesús en el segundo cielo, donde, tras saludarlo, ascendió con un arcángel hasta el tercer cielo. La historia de Juan también se cuenta durante la migración de refugiados musulmanes a Abisinia. Según el Corán, Dios le dio paz a Juan el día que nació y el día que murió.
Mandeísmo
Los mandeos consideran a Juan el Bautista su principal profeta, y tiene un importante papel en algunos de sus escritos, 85 incluidos el Ginza Rba y el Draša D-Iahia (El libro mandeo de Juan). Los mandeos consideran a Juan como el único mesías verdadero y son contrarios a Jesús. Las escrituras mandeas dicen: «Si el carpintero [Jesús] se unió a Dios, ¿a quién se une el que se une al carpintero?».
Bahaísmo
El bahaísmo (o fe Bahá'í) considera a a Juan un profeta de Dios que, al igual que otros profetas, fue enviado para promover el conocimiento de Dios, para fomentar la unidad entre los pueblos del mundo y para mostrar a la gente la forma de vida correcta. 87 Hay muchas citas en las escritos de Bahá'u'lláh, fundador de la fe Bahá'í, en las que menciona a Juan el Bautista. En su carta al papa Pío IX, Bahá'u'lláh escribió:
¡Oh, seguidores del hijo! Nosotros hemos enviado a Juan de nuevo entre vosotros, y Él, ciertamente, clama en el desierto de Bayán: ¡Oh, pueblos del mundo! ¡Limpiad vuestros ojos! ¡El día en que podréis contemplar al Prometido y arcercaros a Él se acerca a la noche! ¡Oh, seguidores del Evangelio! ¡Preparad el camino! ¡El Día del advenimiento del Señor Glorioso está a mano! Preparáos para entrar en el Reino. Así ha sido ordenado por Dios, el que da comienzo al alba.
El bahaísmo considera a Juan un profeta menor. Bahá'u'lláh decía que su propio precursor, el Báb, era un regreso espiritual de Juan el Bautista. Bahá'u'lláh se refería a Báb como "Mi Precursor", que es el apodo que los cristianos le dan a Juan el Bautista. Sin embargo, el bahaísmo cree que Báb era un profeta mayor (Manifestación de Dios) y, por consiguiente, que estaba dotado de un estatus superior al de Juan el Bautista.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días enseña que su revelación moderna confirma el relato bíblico de Juan y también aporta nuevos elementos de su predicación. De acuerdo con esta creencia, cuando Juan tenía ocho años "el ángel del Señor le ordenó" que "derrocase el reino de los judíos" y que preparase al pueblo para el Señor. Los mormones también creen que "él fue bautizado cuando todavía era un niño". Joseph Smith dijo: "Vayamos a los tiempos del Nuevo Testamento donde muchos alababan al Señor y a sus apóstoles. Comenzaremos con Juan el Bautista. Cuando Herodes sacó su edicto para destruir a los niños pequeños, Juan era unos seis meses mayor que Jesús, y fue objetivo de este decreto infernal, y Zacarías le dijo a su madre que le llevará a las montañas, donde se crió a base de saltamontes y miel silvestre. Cuando su padre se negó a revelar su escondite, y siendo el sumo sacerdote que oficia en el templo de ese año, fue ejecutado por orden de Herodes, entre la entrada y el altar, como dijo Jesús."
La Iglesia mormona enseña que Juan el bautista se apareció en la orilla del río Susquehanna, cerca del municipio de Harmony, condado de Susquehanna, Pensilvania, como un resucitado a Joseph Smith y a Oliver Cowdery el 15 de mayo de 1829 y les ordenó el ministerio arónico. De acuerdo con la doctrina mormona, el ministerio de Juan había trabajado en tres puntos: él era el último de los profetas bajo las normas de Moisés; él era el primero de los profetas del Nuevo Testamento; y él fue enviado para confirmar el ministerio arónico en nuestros días. Los mormones creen que el ministerio de Juan fue profetizado a dos profetas cuyas enseñanzas están incluidas en el Libro de Mormón: Lehi y su hijo Nephi.
Islam
Juan también es venerado como profeta en el islam, donde es llamado Yaḥyā ibn Zakarīyā (يحيى بن زكريا), que significa "Juan, hijo de Zacarías". Los musulmanes creen que él revelaba la palabra de Dios y que fue un profeta que anunció la venida de Jesús. Su padre, Zacarías, también se considera profeta en el islam y la tradición islámica mantiene que Juan fue uno de los profetas que Mahoma conoció en la noche de Mi'raj en su ascensión a los Siete Cielos. Se dice que conoció a Juan y a Jesús en el segundo cielo, donde, tras saludarlo, ascendió con un arcángel hasta el tercer cielo. La historia de Juan también se cuenta durante la migración de refugiados musulmanes a Abisinia. Según el Corán, Dios le dio paz a Juan el día que nació y el día que murió.
Mandeísmo
Los mandeos consideran a Juan el Bautista su principal profeta, y tiene un importante papel en algunos de sus escritos, 85 incluidos el Ginza Rba y el Draša D-Iahia (El libro mandeo de Juan). Los mandeos consideran a Juan como el único mesías verdadero y son contrarios a Jesús. Las escrituras mandeas dicen: «Si el carpintero [Jesús] se unió a Dios, ¿a quién se une el que se une al carpintero?».
Bahaísmo
El bahaísmo (o fe Bahá'í) considera a a Juan un profeta de Dios que, al igual que otros profetas, fue enviado para promover el conocimiento de Dios, para fomentar la unidad entre los pueblos del mundo y para mostrar a la gente la forma de vida correcta. 87 Hay muchas citas en las escritos de Bahá'u'lláh, fundador de la fe Bahá'í, en las que menciona a Juan el Bautista. En su carta al papa Pío IX, Bahá'u'lláh escribió:
¡Oh, seguidores del hijo! Nosotros hemos enviado a Juan de nuevo entre vosotros, y Él, ciertamente, clama en el desierto de Bayán: ¡Oh, pueblos del mundo! ¡Limpiad vuestros ojos! ¡El día en que podréis contemplar al Prometido y arcercaros a Él se acerca a la noche! ¡Oh, seguidores del Evangelio! ¡Preparad el camino! ¡El Día del advenimiento del Señor Glorioso está a mano! Preparáos para entrar en el Reino. Así ha sido ordenado por Dios, el que da comienzo al alba.
El bahaísmo considera a Juan un profeta menor. Bahá'u'lláh decía que su propio precursor, el Báb, era un regreso espiritual de Juan el Bautista. Bahá'u'lláh se refería a Báb como "Mi Precursor", que es el apodo que los cristianos le dan a Juan el Bautista. Sin embargo, el bahaísmo cree que Báb era un profeta mayor (Manifestación de Dios) y, por consiguiente, que estaba dotado de un estatus superior al de Juan el Bautista.