Qué hace subir la tensión
Como se sabe la tensión mide la cantidad de sangre que pasa a través de los vasos sanguíneos y la cantidad de resistencia que encuentra la sangre mientras el corazón bombea. Las arterias estrechas aumentan la resistencia. Cuanto más estrechas sean las arterias, mayor será la presión arterial. La presión arterial alta obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre al resto de su cuerpo. Esto hace que parte del corazón, generalmente el ventrículo izquierdo se espese lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y muerte súbita cardíaca.
La medición de la presión arterial se hace con un manguito que se va inflando hasta obstruir momentáneamente la arteria para luego ir abriéndola poco a poco. Cuando esa arteria se abre se mide la presión máxima, la sistólica, cuando el corazón está haciendo el máximo esfuerzo para hacer circular la sangre. Cuando el flujo vuelve a la normalidad se mide la mínima o diastólica. La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm de mercurio (hasta 150 para los mayores), cuando el corazón está en sus máximas pulsaciones y de 80 mm de mercurio, cuando está más relajado. Se habla de hipertensión cuando la presión arterial es igual o superior los 140 mm de tensión máxima o diastólica y los 90 de mm de tensión mínima o sistólica. Si eso ocurre hay que acudir al médico, aunque sin alarmarse excesivamente porque hay remedios.
Hay varias causas que hacen que las arterias se estrechen y aumente, por tanto, la tensión, los expertos de thyssenkrupp Home Solutions han seleccionado algunas de ellas y cómo podemos solucionarlas:
1. La edad
El riesgo de hipertensión aumenta a medida que se envejece. Hasta alrededor de los 64 años, la presión arterial alta es más común en los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta después de los 65 años.
2. La raza
Curiosamente, a nivel mundial, la presión arterial alta es particularmente común entre las personas de ascendencia africana, a menudo se desarrolla a una edad más temprana que en los blancos. Las complicaciones graves, como accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e insuficiencia renal, también son más comunes en personas de raza negra.
3. Herencia familiar
La presión arterial alta suele trasmitirse en los genes familiares. Si los padres o abuelos la han padecido, hay que vigilarse más.
4. Los kilos de más
Cuanto más se pese, más sangre se necesitará para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que aumenta el volumen de sangre que circula por los vasos sanguíneos, también aumenta la presión sobre las paredes de las arterias.
Con diferencia, el medio más efectivo para reducir la presión arterial elevada es perder peso. Y no se requiere una gran pérdida de peso para marcar la diferencia. Incluso perder tan poco como cuatro o cinco kilos puede disminuir su presión arterial.
5. No estar activo
Las personas que están inactivas tienden a tener frecuencias cardíacas más altas. Cuanto más alta sea la frecuencia cardíaca, más pulsaciones, más duro debe trabajar el corazón con cada contracción y más fuerte será la fuerza sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el riesgo de tener sobrepeso lo que también ayuda a la hipertensión.
No hace falta mucho ejercicio para marcar la diferencia en la salud. Caminar o hacer deporte media hora al menos cinco días a la semana. Lo ideal es hacer algo que a uno le guste. Para algunos eso significa bailar, para otros, andar en bicicleta o caminar a paso ligero con un amigo. Incluso las actividades cotidianas como la jardinería pueden ayudar.
6. Fumar
Fumar tabaco no solo eleva la presión arterial de forma temporal, sino que las sustancias químicas que tiene el tabaco pueden dañar el revestimiento de las paredes de las arterias. Esto puede hacer que las arterias se estrechen y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. El humo a los fumadores pasivos también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Por lo que lo mejor es no fumar, no solo por la tensión, si no por nuestra salud en general.
7. Demasiada sal en la alimentación.
Demasiado sodio en la dieta diaria puede hacer que el cuerpo retenga líquidos, lo que aumenta la presión arterial. Casi todos tomamos demasiado sodio en la dieta, hasta tres veces la cantidad total recomendada, que es de 1,5 miligramos (mg) diarios para personas con presión arterial alta. No se necesita mucho sodio para alcanzar ese límite diario de 1,5 mg, solo 3 o 4 de cucharaditas de sal. Es aconsejable leer las etiquetas en los productos envasados y vigilar las cantidades si se hace la comida en casa. Hay varios alimentos especialmente ricos en sodio: panes, embutidos, pizza y pasta, aves de corral, sopa, sándwiches...
8. Poco potasio en la dieta y no tener una dieta saludable
El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Si no se obtiene suficiente potasio en la dieta o no se retiene suficiente potasio, se puede acumular demasiado sodio en la sangre.
Comer alimentos saludables puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control. Poca sal y mucho potasio. La base puede ser muchas frutas, especialmente aquellas ricas en potasio como plátanos, albaricoques, aguacates y naranjas y verduras como patatas, tomates, espinacas... y limitar el consumo de exceso de calorías, grasas, carbohidratos y azúcar. El ajo y el extracto de ajo también ayudan a controlar la tensión. También tomar chocolate negro. Sí, amantes del chocolate: se ha demostrado que el chocolate negro reduce la presión arterial. Pero el chocolate negro debe ser de 60 a 70 por ciento de cacao.
9. Demasiado alcohol
Con el tiempo, beber en exceso puede dañar el corazón. Tomar más de una copa de alcohol al día para las mujeres y más de dos copas al día para los hombres puede afectar la presión arterial. La solución es limitar el alcohol a una bebida al día
10. Estrés
Los altos niveles de estrés pueden conducir a un aumento temporal de la presión arterial. Se puede aliviar el estrés con una rato de meditación diaria o sesiones de respiración profunda. Las hormonas del estrés contraen los vasos sanguíneos y pueden provocar picos temporales en la presión arterial.
Además, con el tiempo, el estrés puede desencadenar hábitos poco saludables que ponen en riesgo la salud cardiovascular. Estos pueden incluir comer en exceso, dormir mal y abusar de las drogas y el alcohol. Por todas estas razones, reducir el estrés debería ser una prioridad si se está buscando reducir su presión arterial.
11. Mucha cafeína
La cafeína eleva la presión arterial, pero el efecto es temporal. Dura de 45 a 60 minutos y la reacción varía de un individuo a otro. Reducir el consumo de cafeína hará que se duerma mejor, lo que es también muy importante para mantener la tensión arterial controlada.
12. Ciertas condiciones crónicas
Ciertas afecciones crónicas también pueden aumentar el riesgo de hipertensión arterial, como una enfermedad renal, diabetes y apnea del sueño. A veces, el embarazo también contribuye a la presión arterial alta.
Como se sabe la tensión mide la cantidad de sangre que pasa a través de los vasos sanguíneos y la cantidad de resistencia que encuentra la sangre mientras el corazón bombea. Las arterias estrechas aumentan la resistencia. Cuanto más estrechas sean las arterias, mayor será la presión arterial. La presión arterial alta obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre al resto de su cuerpo. Esto hace que parte del corazón, generalmente el ventrículo izquierdo se espese lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca y muerte súbita cardíaca.
La medición de la presión arterial se hace con un manguito que se va inflando hasta obstruir momentáneamente la arteria para luego ir abriéndola poco a poco. Cuando esa arteria se abre se mide la presión máxima, la sistólica, cuando el corazón está haciendo el máximo esfuerzo para hacer circular la sangre. Cuando el flujo vuelve a la normalidad se mide la mínima o diastólica. La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm de mercurio (hasta 150 para los mayores), cuando el corazón está en sus máximas pulsaciones y de 80 mm de mercurio, cuando está más relajado. Se habla de hipertensión cuando la presión arterial es igual o superior los 140 mm de tensión máxima o diastólica y los 90 de mm de tensión mínima o sistólica. Si eso ocurre hay que acudir al médico, aunque sin alarmarse excesivamente porque hay remedios.
Hay varias causas que hacen que las arterias se estrechen y aumente, por tanto, la tensión, los expertos de thyssenkrupp Home Solutions han seleccionado algunas de ellas y cómo podemos solucionarlas:
1. La edad
El riesgo de hipertensión aumenta a medida que se envejece. Hasta alrededor de los 64 años, la presión arterial alta es más común en los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta después de los 65 años.
2. La raza
Curiosamente, a nivel mundial, la presión arterial alta es particularmente común entre las personas de ascendencia africana, a menudo se desarrolla a una edad más temprana que en los blancos. Las complicaciones graves, como accidente cerebrovascular, ataque cardíaco e insuficiencia renal, también son más comunes en personas de raza negra.
3. Herencia familiar
La presión arterial alta suele trasmitirse en los genes familiares. Si los padres o abuelos la han padecido, hay que vigilarse más.
4. Los kilos de más
Cuanto más se pese, más sangre se necesitará para suministrar oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que aumenta el volumen de sangre que circula por los vasos sanguíneos, también aumenta la presión sobre las paredes de las arterias.
Con diferencia, el medio más efectivo para reducir la presión arterial elevada es perder peso. Y no se requiere una gran pérdida de peso para marcar la diferencia. Incluso perder tan poco como cuatro o cinco kilos puede disminuir su presión arterial.
5. No estar activo
Las personas que están inactivas tienden a tener frecuencias cardíacas más altas. Cuanto más alta sea la frecuencia cardíaca, más pulsaciones, más duro debe trabajar el corazón con cada contracción y más fuerte será la fuerza sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el riesgo de tener sobrepeso lo que también ayuda a la hipertensión.
No hace falta mucho ejercicio para marcar la diferencia en la salud. Caminar o hacer deporte media hora al menos cinco días a la semana. Lo ideal es hacer algo que a uno le guste. Para algunos eso significa bailar, para otros, andar en bicicleta o caminar a paso ligero con un amigo. Incluso las actividades cotidianas como la jardinería pueden ayudar.
6. Fumar
Fumar tabaco no solo eleva la presión arterial de forma temporal, sino que las sustancias químicas que tiene el tabaco pueden dañar el revestimiento de las paredes de las arterias. Esto puede hacer que las arterias se estrechen y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. El humo a los fumadores pasivos también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Por lo que lo mejor es no fumar, no solo por la tensión, si no por nuestra salud en general.
7. Demasiada sal en la alimentación.
Demasiado sodio en la dieta diaria puede hacer que el cuerpo retenga líquidos, lo que aumenta la presión arterial. Casi todos tomamos demasiado sodio en la dieta, hasta tres veces la cantidad total recomendada, que es de 1,5 miligramos (mg) diarios para personas con presión arterial alta. No se necesita mucho sodio para alcanzar ese límite diario de 1,5 mg, solo 3 o 4 de cucharaditas de sal. Es aconsejable leer las etiquetas en los productos envasados y vigilar las cantidades si se hace la comida en casa. Hay varios alimentos especialmente ricos en sodio: panes, embutidos, pizza y pasta, aves de corral, sopa, sándwiches...
8. Poco potasio en la dieta y no tener una dieta saludable
El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Si no se obtiene suficiente potasio en la dieta o no se retiene suficiente potasio, se puede acumular demasiado sodio en la sangre.
Comer alimentos saludables puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control. Poca sal y mucho potasio. La base puede ser muchas frutas, especialmente aquellas ricas en potasio como plátanos, albaricoques, aguacates y naranjas y verduras como patatas, tomates, espinacas... y limitar el consumo de exceso de calorías, grasas, carbohidratos y azúcar. El ajo y el extracto de ajo también ayudan a controlar la tensión. También tomar chocolate negro. Sí, amantes del chocolate: se ha demostrado que el chocolate negro reduce la presión arterial. Pero el chocolate negro debe ser de 60 a 70 por ciento de cacao.
9. Demasiado alcohol
Con el tiempo, beber en exceso puede dañar el corazón. Tomar más de una copa de alcohol al día para las mujeres y más de dos copas al día para los hombres puede afectar la presión arterial. La solución es limitar el alcohol a una bebida al día
10. Estrés
Los altos niveles de estrés pueden conducir a un aumento temporal de la presión arterial. Se puede aliviar el estrés con una rato de meditación diaria o sesiones de respiración profunda. Las hormonas del estrés contraen los vasos sanguíneos y pueden provocar picos temporales en la presión arterial.
Además, con el tiempo, el estrés puede desencadenar hábitos poco saludables que ponen en riesgo la salud cardiovascular. Estos pueden incluir comer en exceso, dormir mal y abusar de las drogas y el alcohol. Por todas estas razones, reducir el estrés debería ser una prioridad si se está buscando reducir su presión arterial.
11. Mucha cafeína
La cafeína eleva la presión arterial, pero el efecto es temporal. Dura de 45 a 60 minutos y la reacción varía de un individuo a otro. Reducir el consumo de cafeína hará que se duerma mejor, lo que es también muy importante para mantener la tensión arterial controlada.
12. Ciertas condiciones crónicas
Ciertas afecciones crónicas también pueden aumentar el riesgo de hipertensión arterial, como una enfermedad renal, diabetes y apnea del sueño. A veces, el embarazo también contribuye a la presión arterial alta.