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El verano, la época de las infidelidades, las discusiones y las rupturas de pareja
El verano es una época en la que aumentan las consultas sobre posibles rupturas en las parejas según los expertos, debido a que se trata de un periodo en el se producen más infidelidades y en el que se comparte más tiempo juntos, lo que también da pie a que se pueda discutir más.
Frente a ello, el psiquiatra psicoanalista familiar de Avances Médicos S. A. (AMSA), Florencio Moneo, recomendó hoy en declaraciones a Europa Press Televisión "evitar los malentendidos y las posibles tentaciones y fomentar el diálogo permanente entre la pareja".
Por su experiencia ha comprobado que durante la época estival hay más parejas que entran "en riesgo", y dicha apreciación tiene como base empírica el hecho de que en este periodo se incrementan el número de consultas en los gabinetes psicológicos. Esta situación obedece a "un aumento de la interacción de la pareja al deshacerse de la rutina diaria y al incremento de las tentaciones debido a cierta relajación social", subrayó.
El tipo de vida que se practica en verano, la reducción de la 'vigilancia social', una mayor tolerancia con la sexualidad y la relajación de las costumbres hace que no se perciba "tan claramente la destructividad que llega a alcanzar una aventura", lo que explica el incremento de la tasa de separaciones durante estos meses.
Sin embargo, el psicólogo advirtió de que las infidelidades "no merecen la pena", ya que "son mucho más destructivas que placenteras", e hizo hincapié en evitar los malos entendidos y las posibles tentaciones, "ligadas muchas veces a la relajación de las costumbres sociales con la llegada del verano".
Moneo afirmó que el desarrollo de la vida profesional y el cuidado que se dedica a los hijos y al hogar "mediatizan la calidad de la vida en pareja". A ello se une además que, una vez superada la fase de enamoramiento profundo, que en ocasiones dura hasta cinco años, "uno descubre que la persona con la que convive no es el ideal que se había imaginado sino algo diferente, cada uno con sus virtudes y sus defectos".
"Asumir esta realidad, es decir, asumir las diferencias que separan a cada uno es, sin duda alguna, un reto crucial para la progresión de la pareja. Sin embargo, esto no siempre ocurre y está descrito, desde el punto de vista de la psicología, que a partir de los cinco años de relación en común, el riesgo de que la pareja se deshaga es mucho mayor", advirtió.
En su opinión, los conflictos "estallan" cuando no se puede dialogar de estos problemas porque "los lazos de comunicación están rotos o atrofiados".
El psiquiatra añadió que para evitar situaciones de riesgo de ruptura, la pareja debe ser consciente, de antemano, de que pueden surgir discusiones por temas sin importancia, con objeto de tenerlo en cuenta para identificar las posibles causas y "minorizar el problema".
No obstante, indicó que, a pesar de ello, a veces la "discusión estalla" y que, en estos casos, ayuda que una de las dos personas implicadas "eluda la disputa". "Si no hay respuesta a las quejas del otro se evita la retroalimentación del conflicto, algo necesario puesto que el paso del tiempo demostrará que la discusión era pueril", aseguró.
Por otro lado, señaló que el verano es una "oportunidad única" para propiciar el desarrollo de la propia pareja y que se debe tener en cuenta que la vida en común no se reduce al cuidado de los hijos.
En su opinión, es imprescindible que la pareja se de "un tiempo en común", que acreciente las muestras de cariño hacia el otro, la búsqueda de puntos de encuentro, las muestras de amabilidad y afecto, "tanto en los diálogos como en los contactos y caricias corporales".
Todo pasa, a juicio del experto, "por aceptar la diferencia del otro y asumir que esa es una ley de vida, que no hay dos personas iguales. Para ello, ayuda el ejercicio de los afectos, la demostración visible de que quieres a una persona más allá de que sea la ideal o no".
Una forma de reforzar los vínculos es precisamente la actividad sexual, que a juicio del experto puede incrementarse durante esta época en la que se dispone de más tiempo libre, y que propicia "la complicidad y reduce de manera drástica las tensiones".
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El verano, la época de las infidelidades, las discusiones y las rupturas de pareja
El verano es una época en la que aumentan las consultas sobre posibles rupturas en las parejas según los expertos, debido a que se trata de un periodo en el se producen más infidelidades y en el que se comparte más tiempo juntos, lo que también da pie a que se pueda discutir más.
Frente a ello, el psiquiatra psicoanalista familiar de Avances Médicos S. A. (AMSA), Florencio Moneo, recomendó hoy en declaraciones a Europa Press Televisión "evitar los malentendidos y las posibles tentaciones y fomentar el diálogo permanente entre la pareja".
Por su experiencia ha comprobado que durante la época estival hay más parejas que entran "en riesgo", y dicha apreciación tiene como base empírica el hecho de que en este periodo se incrementan el número de consultas en los gabinetes psicológicos. Esta situación obedece a "un aumento de la interacción de la pareja al deshacerse de la rutina diaria y al incremento de las tentaciones debido a cierta relajación social", subrayó.
El tipo de vida que se practica en verano, la reducción de la 'vigilancia social', una mayor tolerancia con la sexualidad y la relajación de las costumbres hace que no se perciba "tan claramente la destructividad que llega a alcanzar una aventura", lo que explica el incremento de la tasa de separaciones durante estos meses.
Sin embargo, el psicólogo advirtió de que las infidelidades "no merecen la pena", ya que "son mucho más destructivas que placenteras", e hizo hincapié en evitar los malos entendidos y las posibles tentaciones, "ligadas muchas veces a la relajación de las costumbres sociales con la llegada del verano".
Moneo afirmó que el desarrollo de la vida profesional y el cuidado que se dedica a los hijos y al hogar "mediatizan la calidad de la vida en pareja". A ello se une además que, una vez superada la fase de enamoramiento profundo, que en ocasiones dura hasta cinco años, "uno descubre que la persona con la que convive no es el ideal que se había imaginado sino algo diferente, cada uno con sus virtudes y sus defectos".
"Asumir esta realidad, es decir, asumir las diferencias que separan a cada uno es, sin duda alguna, un reto crucial para la progresión de la pareja. Sin embargo, esto no siempre ocurre y está descrito, desde el punto de vista de la psicología, que a partir de los cinco años de relación en común, el riesgo de que la pareja se deshaga es mucho mayor", advirtió.
En su opinión, los conflictos "estallan" cuando no se puede dialogar de estos problemas porque "los lazos de comunicación están rotos o atrofiados".
El psiquiatra añadió que para evitar situaciones de riesgo de ruptura, la pareja debe ser consciente, de antemano, de que pueden surgir discusiones por temas sin importancia, con objeto de tenerlo en cuenta para identificar las posibles causas y "minorizar el problema".
No obstante, indicó que, a pesar de ello, a veces la "discusión estalla" y que, en estos casos, ayuda que una de las dos personas implicadas "eluda la disputa". "Si no hay respuesta a las quejas del otro se evita la retroalimentación del conflicto, algo necesario puesto que el paso del tiempo demostrará que la discusión era pueril", aseguró.
Por otro lado, señaló que el verano es una "oportunidad única" para propiciar el desarrollo de la propia pareja y que se debe tener en cuenta que la vida en común no se reduce al cuidado de los hijos.
En su opinión, es imprescindible que la pareja se de "un tiempo en común", que acreciente las muestras de cariño hacia el otro, la búsqueda de puntos de encuentro, las muestras de amabilidad y afecto, "tanto en los diálogos como en los contactos y caricias corporales".
Todo pasa, a juicio del experto, "por aceptar la diferencia del otro y asumir que esa es una ley de vida, que no hay dos personas iguales. Para ello, ayuda el ejercicio de los afectos, la demostración visible de que quieres a una persona más allá de que sea la ideal o no".
Una forma de reforzar los vínculos es precisamente la actividad sexual, que a juicio del experto puede incrementarse durante esta época en la que se dispone de más tiempo libre, y que propicia "la complicidad y reduce de manera drástica las tensiones".