Etimología
Su nombre proviene del latín «autumnus», palabra que se ha vinculado a la raíz «augeo-», «aumentar». De este modo, los etimologistas latinos explicaban la palabra como «auctus (participio pasado de augeo) annus»: el aumento o la plenitud del año. Puede ser comparada así con el término castellano «auge», que proviene de idéntica raíz. Otros autores, como Breyer y Ernout-Meillet, vinculan la palabra latina «autumnus» con la raíz etrusca «autu-», que implica la idea del cambio, y aparece también en el nombre de la divinidad etrusca Vertumno, quien —entre otras funciones— predecía el cambio de las estaciones
Su nombre proviene del latín «autumnus», palabra que se ha vinculado a la raíz «augeo-», «aumentar». De este modo, los etimologistas latinos explicaban la palabra como «auctus (participio pasado de augeo) annus»: el aumento o la plenitud del año. Puede ser comparada así con el término castellano «auge», que proviene de idéntica raíz. Otros autores, como Breyer y Ernout-Meillet, vinculan la palabra latina «autumnus» con la raíz etrusca «autu-», que implica la idea del cambio, y aparece también en el nombre de la divinidad etrusca Vertumno, quien —entre otras funciones— predecía el cambio de las estaciones