HISTORIA
La utilización del topacio se remonta a los días del Antiguo Imperio Egipcio. Su popularidad creció enormemente durante la Edad Media, época en la que se creía que el topacio tenía el poder de fortalecer la mente.
Los egipcios creían que el topacio era coloreado con el brillo dorado del poderoso dios del Sol: Ra. Esto hizo que el topacio fuera considerado como un amuleto muy poderoso que protegía a los fieles del mal. Los romanos asociaron el topacio con Júpiter, su dios del Sol.
En la Antigüedad se creía que el topacio ayudaba a mejorar la vista. Los griegos confiaban en el poder sobrenatural del topacio para aumentar la fuerza y hacer a su portador invisible en tiempos de emergencia.
Se creía también que el topacio cambiaba de color frente a los alimentos envenenados. Todas estas propiedades debían aumentar o disminuir en función de las fases de la luna. Hecho polvo y mezclado al vino, el topacio fue un remedio contra diversos males como el insomnio, el asma, las quemaduras e incluso las hemorragias.
En el Siglo XIX, se descubrió en Rusia un topacio rosa. Esta piedra era tan solicitada que sólo el zar, su familia y personas excepcionales podían poseerlo.
La utilización del topacio se remonta a los días del Antiguo Imperio Egipcio. Su popularidad creció enormemente durante la Edad Media, época en la que se creía que el topacio tenía el poder de fortalecer la mente.
Los egipcios creían que el topacio era coloreado con el brillo dorado del poderoso dios del Sol: Ra. Esto hizo que el topacio fuera considerado como un amuleto muy poderoso que protegía a los fieles del mal. Los romanos asociaron el topacio con Júpiter, su dios del Sol.
En la Antigüedad se creía que el topacio ayudaba a mejorar la vista. Los griegos confiaban en el poder sobrenatural del topacio para aumentar la fuerza y hacer a su portador invisible en tiempos de emergencia.
Se creía también que el topacio cambiaba de color frente a los alimentos envenenados. Todas estas propiedades debían aumentar o disminuir en función de las fases de la luna. Hecho polvo y mezclado al vino, el topacio fue un remedio contra diversos males como el insomnio, el asma, las quemaduras e incluso las hemorragias.
En el Siglo XIX, se descubrió en Rusia un topacio rosa. Esta piedra era tan solicitada que sólo el zar, su familia y personas excepcionales podían poseerlo.