ORIGEN
Su origen se remonta a los persas, que conocían esta piedra como el "León granate" porque pensaban que era sangre de un dios que hacía invulnerable a quien la poseía. Después, esta piedra pasó a manos de los griegos y los romanos que la utilizaban como amuleto para diversas acciones.
En la Edad Media, el granate fué llamado "Karfunkel" en alemán, en referencia al rojo encendido que guarda semejanza con brasas ardientes. En la Antigüedad se creía que los granates iluminaban la noche y prevenían al portador del mal.
Su origen se remonta a los persas, que conocían esta piedra como el "León granate" porque pensaban que era sangre de un dios que hacía invulnerable a quien la poseía. Después, esta piedra pasó a manos de los griegos y los romanos que la utilizaban como amuleto para diversas acciones.
En la Edad Media, el granate fué llamado "Karfunkel" en alemán, en referencia al rojo encendido que guarda semejanza con brasas ardientes. En la Antigüedad se creía que los granates iluminaban la noche y prevenían al portador del mal.