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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Provincia de Córdoba...

Provincia de Córdoba

En Fernán Núñez

Sin lugar a dudas, el lugar de la provincia de Córdoba en que el jueves lardero tiene una celebración más significada es Fernán Núñez, hasta el punto de estar destacada como "Fiesta Local" oficial en su calendario laboral.

Desde siglos atrás, la fecha del jueves anterior a Carnaval constituye uno de los hitos festivos de aquella villa campiñesa; se trata en origen de una fiesta precuaresmal (último jueves antes de entrar en la cuaresma), con raíces medievales, en la que se preparan los cuerpos para el largo período de abstinencia de comer carne que se avecina, razón por la que la carne de cerdo ("el lardo", la grasa o tocino) constituye la dieta esencial de los distintos alimentos que se consumen en este día.

En el caso de Fernán Núñez todo esto se materializa en un día de campo, en que prácticamente todo el vecindario celebra una fiesta familiar en la que se consume una torta, realizada con masa de pan, harina, azúcar y manteca de cerdo, que se adorna en la parte superior con un huevo cocido. Es el llamado "hornazo", emblema del jueves lardero en Fernán Núñez.

El origen de la fiesta, de acuerdo con los escritos del Cronista Oficial de la Villa (José Naranjo Ramírez), publicados en la Revista "Los Caños Dorados" y en la Revista de Feria, el Jueves Lardero tiene una doble vertiente; por una parte el Jueves es una fiesta universal, presente en todo el mundo cristiano desde la Edad Media; pero, además, en el caso de Fernán Núñez, se produjeron una serie de circunstancias locales que fueron, posiblemente, la causa del especial arraigo y conservación secular en esta población.

Ese factor local lo encontramos en los sucesos acaecidos en Fernán Núñez a finales del x. XV, y que se vinculan a la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos, en la que tomó parte don Fernando Gutiérrez de los Ríos, noveno señor de Fernán Núñez, aportando sus propias tropas. Corría el año 1491, y casi finalizaba el mismo, don Fernando Gutiérrez de los Ríos y Montemayor, noveno Señor de Fernán-Núñez, recibía el siguiente despacho de los Reyes Católicos:

‘EL REY E LA REINA. Fernando de los Ríos. Ya sabéis como vos embiamos a encargar e mandar, que para cosa que mucho cumple al servicio de Dios e nuestro, toviesedes apercebidas diez lanças. E porque cumple mucho al servicio de Dios Nuestro Señor que la dicha gente sea en nuestro Real para treinta dias deste mes de Diciembre. Por ende vos mandamos e rogamos, que para dicho termino Nos embieis vos dichas lanças, con una persona de vuestra Casa, con talegas para veinte dias que, venidos, Nos les mandaremos pagar el sueldo que hoviessen de aver, desde el dia en que partieron de sus casas, con la venida, e estada, e tornada a ellas. E por servicio nuestro, por cosa alguna no se detenga ni falte la dicha gente al dicho tiempo, que en ello nos fareis servicio. Del nuestro Real de la Vega de Granada, a 13 de Diziembre de 91 años. YO EL REY. YO LA REINA’.

Los soberanos encarecían a don Fernando que los diez lanceros fuesen conducidos por una persona de la Casa de Fernán-Núñez y aquel prócer estimó que no debería ser otro que él mismo quien fuese a Granada. Así, en los días finales de 1491, después de revistar a sus huestes en la Plaza de Armas del castillo, bajo la viejas almenas que levantara su antepasado Fernán-Núñez de Temes, partió hacia las tierras granadinas.

Desde Granada, don Fernando de los Ríos escribió a su esposa, doña Urraca Venegas, que en su ausencia gobernaba sus Estados de Fernán-Núñez, encargándole que, cuando tuviese noticia de la rendición de Granada, reuniese al pueblo y festejase con él el fausto acontecimiento. Granada capituló el 2 de enero de 1492. La noticia llegó rápidamente a Fernán-Núñez, pero Doña Urraca prefirió esperar, para celebrar el acontecimiento, al regreso de su marido.

La celebración del magno acontecimiento tuvo lugar el jueves anterior al Domingo de Quinquagésima (domingo de Carnaval), y el pueblo entero, compuesto por hijosdalgos, campesinos de señorío, menestrales y pecheros, marcharon al bello paraje de "El Pozuelo", donde el Señor de Fernán-Núñez hizo que se les sirviesen abundantes manjares, entre los cuales figuraba una especie de torta o panecillo, hecho de harina, manteca y azúcar, con un huevo cocido incrustado en su centro, llamado "hornazo", el cual quedó, para lo sucesivo, como símbolo de la fiesta, que con el nombre de "Jueves Lardero" (de Lardear, o untar el pan con manteca) se viene celebrando cada año, desde aquellas lejanas fechas.

La fama que precedió a la celebración del primer Jueves Lardero fue tal que, desde diferentes puntos de la comarca, acudieron muchas personas. Así asegura la tradición que llegaron gentes de Montemayor, Montilla, Espejo, La Rambla, Santa Cruz y La Morena (antigua fortaleza dependiente de Fernán Núñez).

Por ambas razones, la de carácter general (fiesta precuaresmal) y la de carácter local (celebración de la Conquista de Granada), esta festividad se convirtió en una tradición en la villa que, hasta hoy, sigue celebrándose cada año ininterrumpidamente.

En la actualidad, con el Jueves Lardero como Fiesta Local Oficial, la celebración continúa con todo vigor y fuerza. Sigue siendo tradicional que cada familia realice sus propios hornazos, personalizados al gusto con recetas particulares consolidadas durante siglos, aunque es un manjar que se comercializa también en todos los hornos panaderos y confiterías de la localidad, constituyendo un regalo habitual a familiares, amigos y, sobre todo, a los niños por parte de sus padrinos.

Por otra parte, el arraigo del Jueves Lardero es de tal magnitud que, desde hace unas décadas, además de la celebración campestre, es tradicional la elaboración de un Hornazo Gigante que, elaborado por la empresa panadera y pastelera VILLEGAS, sirve para obsequiar gratuitamente el pueblo de Fernán Núñez con tan simbólico alimento (texto de J. NARANJO-RAMIREZ).

En Puente Genil

En Puente Genil, Córdoba el jueves lardero celebra el comienzo de la Cuaresma. Este acto se realiza en las Corporaciones de las figuras bíblicas que desfilan durante la Semana Santa. La primera Corporación que realizó esta celebración fueron las Autoridades Judaicas La Judea, a finales del siglo XIX, en años posteriores se fueron sumando poco a poco el resto de las Corporaciones, hasta llegar al día de hoy donde alrededor de una mesa se sientan los hermanos de corporación e invitados, para celebrar el Jueves Lardero, el inicio de la Cuaresma Pontana. El "Jueves lardero " tiene su origen en la Edad media, y ya se hacen referencias en El Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (s. XIV), con el episodio de la batalla entre D. Carnal y Dña. Cuaresma, episodio este que narra la guerra entre los placeres de la carne y el desenfreno propios del carnaval y la abstinencia y el recimiento propios de la Cuaresma. El jueves lardero, corresponde a tres días exactos antes de carnaval, que si en un principio éste gana la batall, será finalmente la Dña. Cuaresma quien imponga su cordura sobre el mundo cristiano. La palabra "lardero" procede del latín 'lardum' (grasa o tocino), y alude a la costumbre de comer carne y tocino los días anteriores a la Cuaresma y su periodo de abstinencia. El Jueves Lardero es la antesala de la particular forma de entender la Semana Santa en Puente Genil, es el día en el que en los Cuarteles (lugar de encuentro y convivencia entre los "hermanos" de corporación) colocan su particular calendario de cuaresma. Dicho calendario, que tendrá un papel principal en cada cuartel marcará el transcurso de la Cuaresma y junto al él se vivirán los momentos más emotivos de la Cuaresma pontana. Nuestro calendario no es otro, que la figura de la "vieja cuaresmera", que como su propio nombre indica, es la representación de una anciana que va cargada de alimentos para la cuaresma (bacalao, verdura, etc.) de la que cuelgan siete patas que se irán quitando en un ritual marcado por la emoción y las "cuarteleras" (cantos a dos voces que se intercambian entre los hermanos del cuartel). Cada pata corresponde al nombre de cada Domingo de Cuaresma del calendario litúrgico (aunque aquí se celebre cada sábado), primera pata de subida de carnaval, tentaciones de Jesús, Transfiguración de Señor, El Diablo Mudo, Pan y Peces, Domingo de Pasión y coincidiendo la última con el Sábado de Ramos, ya inmersos en plena Semana Santa. Cada sábado de cuaresma, la corporación hace la "subida" al calvario (donde está la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno al que todos llaman "el Terrible", porque es "el amo de 'toas' las cargas") sobre las 10 de la noche, precedidos de los romanos con bengalas y con música de dicha corporación. Esta subida se hace en Puente Genil desde el siglo XVIII cuando era costumbre que un grupo de frailes hiciera la subida penitencial cada domingo de cuaresma. Allí, entre "uvitas" (vino de la tierra), y cuarteleras, se entonan los Misereres. A continuación, cada corporación inicia la "bajada" hacia el cuartel para realizar la cena de hermandad, donde posteriormente se le quitará la pata a la "vieja cuaresmera". Dicho honor recaerá siempre en algún "hermano" que por alguna circunstancia sea merecedor de ello. Este ritual se hace generalmente con un discurso, todo ello entre saetas cuarteleras, vino y toques de tambor, y sobre todo bajo el constante rumor de "una uvita, hermano". (marzo de 2009)