Las lupercales a finales del imperio romano
Las lupercales aparecen marcadas en el cronógrafo del 354, junto con otros festivales tradicionales y cristianos. A pesar de la prohibición que se hizo, en el año 391, de todos los cultos y festivales no cristianos, el pueblo considerado cristiano celebraba las lupercales con regularidad durante el periodo del emperador Anastasio I. El papa Gelasio I (494-496), que afirmaba que únicamente la "vil chusma" participaba en el festival, intentó abolirla de manera contundente; el Senado protestó, con el argumento de que las lupercales eran fundamentales para la seguridad y el bienestar de Roma. Esto hizo que Gelasio sugiriera, con una actitud de desprecio, que "Si ustedes aseguran que este rito tiene beneficios para la salud, celébrenlo entonces ustedes a la manera de nuestros ancestros; corran desnudos, ustedes que pueden escenificar muy bien la farsa." Este comentario iba dirigido al senador Andrómaco, en una extensa epístola literaria de Gelasio que era prácticamente una diatriba en contra de las lupercales.
Los historiadores generalmente afirman que Gelasio finalmente abolió las lupercales, después de una larga disputa, reemplazándolas con la Fiesta de la Purificación de la Bendita Virgen María, aunque Jack B. Oruch, en cambio, dice que no hay registro escrito que demuestre que Gelasio haya intentado siquiera reemplazar las lupercales.
Algunos investigadores, como Kellog y Cox, han afirmado por separado que las costumbres modernas del Día de San Valentín tienen su origen en las costumbres de las lupercales. Otros autores han rechazado esta afirmación: dicen que no hay pruebas de que las costumbres de la era moderna del Día de San Valentín tienen su origen en las costumbres de las lupercales, y esta afirmación parece tener su origen en conceptos erróneos o ideas falsas acerca de las festividades.
Las lupercales aparecen marcadas en el cronógrafo del 354, junto con otros festivales tradicionales y cristianos. A pesar de la prohibición que se hizo, en el año 391, de todos los cultos y festivales no cristianos, el pueblo considerado cristiano celebraba las lupercales con regularidad durante el periodo del emperador Anastasio I. El papa Gelasio I (494-496), que afirmaba que únicamente la "vil chusma" participaba en el festival, intentó abolirla de manera contundente; el Senado protestó, con el argumento de que las lupercales eran fundamentales para la seguridad y el bienestar de Roma. Esto hizo que Gelasio sugiriera, con una actitud de desprecio, que "Si ustedes aseguran que este rito tiene beneficios para la salud, celébrenlo entonces ustedes a la manera de nuestros ancestros; corran desnudos, ustedes que pueden escenificar muy bien la farsa." Este comentario iba dirigido al senador Andrómaco, en una extensa epístola literaria de Gelasio que era prácticamente una diatriba en contra de las lupercales.
Los historiadores generalmente afirman que Gelasio finalmente abolió las lupercales, después de una larga disputa, reemplazándolas con la Fiesta de la Purificación de la Bendita Virgen María, aunque Jack B. Oruch, en cambio, dice que no hay registro escrito que demuestre que Gelasio haya intentado siquiera reemplazar las lupercales.
Algunos investigadores, como Kellog y Cox, han afirmado por separado que las costumbres modernas del Día de San Valentín tienen su origen en las costumbres de las lupercales. Otros autores han rechazado esta afirmación: dicen que no hay pruebas de que las costumbres de la era moderna del Día de San Valentín tienen su origen en las costumbres de las lupercales, y esta afirmación parece tener su origen en conceptos erróneos o ideas falsas acerca de las festividades.