En el arte
En la literatura
• El poema número 18 del libro III de las Odas (Carmina) del poeta lírico y satírico latino Horacio (Quinto Horacio Flaco), describe las Lupercalia y es un himno al fauno. El autor le pide al fauno que bendiga su ganado y sus campos pues, cuando el fauno está cerca, todo el campo se alegra.
• En la tragedia Julio César, William Shakespeare comienza hablando de las lupercales. Marco Antonio, jefe de los lupercos (llamados julianos, una tercera orden, creada por César), recibe de éste la instrucción de tocar durante las lupercales a su cuarta esposa, Calpurnia, con la esperanza de que pueda concebir. Enseguida, el fragmento correspondiente, que se halla en la escena segunda del acto I, tomado del texto íntegro de la obra, en Wikisource:
CÉSAR. — ¡Calpurnia!
CASCA. — ¡Silencio, oh! César habla.
(Cesa la música.)
CESAR. — ¡Calpurnia!
CALPURNIA. — Aquí me tenéis, señor.
CÉSAR. — Colocaos en la dirección del paso de Antonio cuando emprenda su carrera. ¡Antonio!
ANTONIO. — ¡César, señor!
CÉSAR. — No olvidéis en la rapidez de vuestra carrera, Antonio, de tocar a Calpurnia, pues, al decir de nuestros antepasados, la infecunda, tocada en esta santa carrera, se libra de la maldición de su esterilidad.
ANTONIO. — Lo tendré presente. Cuando César dice: «Haz esto», se hace.
CÉSAR. — Proseguid, y no olvidéis ninguna ceremonia.
Más adelante, después del asesinato de César, Marco Antonio ofrece su discurso funerario. En seguida, el texto de la escena segunda (línea 74) del acto III (tomado también de Wikisource), en donde él explica cómo, en las lupercales, ofreció tres veces a César la corona (véase la ilustración):
ANTONIO
Todos visteis que en las Lupercales le presenté tres veces una corona real, y la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición?
En la literatura
• El poema número 18 del libro III de las Odas (Carmina) del poeta lírico y satírico latino Horacio (Quinto Horacio Flaco), describe las Lupercalia y es un himno al fauno. El autor le pide al fauno que bendiga su ganado y sus campos pues, cuando el fauno está cerca, todo el campo se alegra.
• En la tragedia Julio César, William Shakespeare comienza hablando de las lupercales. Marco Antonio, jefe de los lupercos (llamados julianos, una tercera orden, creada por César), recibe de éste la instrucción de tocar durante las lupercales a su cuarta esposa, Calpurnia, con la esperanza de que pueda concebir. Enseguida, el fragmento correspondiente, que se halla en la escena segunda del acto I, tomado del texto íntegro de la obra, en Wikisource:
CÉSAR. — ¡Calpurnia!
CASCA. — ¡Silencio, oh! César habla.
(Cesa la música.)
CESAR. — ¡Calpurnia!
CALPURNIA. — Aquí me tenéis, señor.
CÉSAR. — Colocaos en la dirección del paso de Antonio cuando emprenda su carrera. ¡Antonio!
ANTONIO. — ¡César, señor!
CÉSAR. — No olvidéis en la rapidez de vuestra carrera, Antonio, de tocar a Calpurnia, pues, al decir de nuestros antepasados, la infecunda, tocada en esta santa carrera, se libra de la maldición de su esterilidad.
ANTONIO. — Lo tendré presente. Cuando César dice: «Haz esto», se hace.
CÉSAR. — Proseguid, y no olvidéis ninguna ceremonia.
Más adelante, después del asesinato de César, Marco Antonio ofrece su discurso funerario. En seguida, el texto de la escena segunda (línea 74) del acto III (tomado también de Wikisource), en donde él explica cómo, en las lupercales, ofreció tres veces a César la corona (véase la ilustración):
ANTONIO
Todos visteis que en las Lupercales le presenté tres veces una corona real, y la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición?