Perspectiva educativa del síndrome de Asperger
Los alumnos con síndrome de Asperger requieren contextos inclusivos para adaptarse con cierto margen de eficacia a los procesos de aprendizaje. En muchas ocasiones el desconocimiento de los rasgos característicos de este síndrome llevan al profesorado a la confusión con actitudes inadaptadas.
Gracias a las modificaciones legislativas podemos decir que en la actualidad hablamos de inclusión en lugar de integración de estos alumnos en la escuelas, siendo entonces el sistema escolar el que atienda la diversidad de las aulas, y no el alumno el que se tenga que "integrar/adaptar" al sistema vigente. 122
Con la promulgación de la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA, por su sigla en inglés) en 1975 y las leyes subsiguientes, todos los niños con discapacidades tienen derecho a una educación pública apropiada y gratuita. 123
Los niños con todo tipo de discapacidades están incluidos en el aula de educación general durante todo o buena parte del día, son ahora la norma en las escuelas públicas. Dado el creciente número de niños diagnosticados con síndrome de Asperger, el profesor tiene mucha probabilidad de tener un niño con este trastorno en su escuela y, en algún momento, en su clase.
Los niños que padecen este trastorno no se unen al juego de sus iguales, no están motivados a hacerlo, y puede reaccionar con fuerza si son forzados. Toleran el contacto social si se juega bajo sus reglas. Presentan deficiencias que les impiden darse cuenta de reglas de conducta social implícita, es por ello que pueden emitir comentarios que resulten agresivos o rudos y no busquen la mejor manera de dirigirse a las personas. 124
Si precisamente la discapacidad del niño con SA radica en la dificultad para interactuar con todo el que le rodea, esto va a hacer que repercuta en su proceso de enseñanza-aprendizaje y en su desarrollo como persona. Es muy importante captar esas dificultades de relación y comunicación de los niños con SA, y detectarlas para poder actuar ante ellas. Si esto se hace desde la infancia, las perspectivas son más positivas. 125
Los alumnos con síndrome de Asperger requieren contextos inclusivos para adaptarse con cierto margen de eficacia a los procesos de aprendizaje. En muchas ocasiones el desconocimiento de los rasgos característicos de este síndrome llevan al profesorado a la confusión con actitudes inadaptadas.
Gracias a las modificaciones legislativas podemos decir que en la actualidad hablamos de inclusión en lugar de integración de estos alumnos en la escuelas, siendo entonces el sistema escolar el que atienda la diversidad de las aulas, y no el alumno el que se tenga que "integrar/adaptar" al sistema vigente. 122
Con la promulgación de la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA, por su sigla en inglés) en 1975 y las leyes subsiguientes, todos los niños con discapacidades tienen derecho a una educación pública apropiada y gratuita. 123
Los niños con todo tipo de discapacidades están incluidos en el aula de educación general durante todo o buena parte del día, son ahora la norma en las escuelas públicas. Dado el creciente número de niños diagnosticados con síndrome de Asperger, el profesor tiene mucha probabilidad de tener un niño con este trastorno en su escuela y, en algún momento, en su clase.
Los niños que padecen este trastorno no se unen al juego de sus iguales, no están motivados a hacerlo, y puede reaccionar con fuerza si son forzados. Toleran el contacto social si se juega bajo sus reglas. Presentan deficiencias que les impiden darse cuenta de reglas de conducta social implícita, es por ello que pueden emitir comentarios que resulten agresivos o rudos y no busquen la mejor manera de dirigirse a las personas. 124
Si precisamente la discapacidad del niño con SA radica en la dificultad para interactuar con todo el que le rodea, esto va a hacer que repercuta en su proceso de enseñanza-aprendizaje y en su desarrollo como persona. Es muy importante captar esas dificultades de relación y comunicación de los niños con SA, y detectarlas para poder actuar ante ellas. Si esto se hace desde la infancia, las perspectivas son más positivas. 125