Etiología
La causa de la endometriosis es desconocida. Una teoría es que, durante la menstruación, parte del tejido menstrual o endometrial, en lugar de evacuar en la menstruación, regresa al abdomen a través de las trompas de Falopio por flujo retrógrado. Según esta teoría, el tejido endometrial viable puede llegar a colonizar el ovario y responder en cada ciclo de la misma forma que las células endometriales uterinas, es decir, creciendo y descamándose en cada regla. Otra teoría sugiere que hay células del peritoneo que se transforman en endometriales. El tejido endometrial que escapa del útero acaba rodeándose de epitelio y formando quistes denominados endometriomas que es necesario eliminar. La endometriosis puede ser una enfermedad hereditaria y ser causada, por tanto, por una predisposición genética.
Los investigadores también están observando la participación del sistema inmunitario y la manera en que estimula o reacciona a la endometriosis. Las sustancias químicas producidas en las áreas afectadas por la endometriosis irritan o impulsan el crecimiento de tumores en más áreas. Está demostrado que las mujeres que tienen esta enfermedad tienen mayores probabilidades que otras mujeres de sufrir trastornos del sistema inmunitario, en los que el cuerpo ataca sus propios tejidos (enfermedades autoinmunes) y que las mujeres con endometriosis tienen también mayores probabilidades de sufrir síndrome de fatiga crónica y síndrome de fibromialgia. También es muy probable que estas mujeres sufran asma, alergias y trastornos de la piel como eczemas o psoriasis. Se piensa que un estudio más profundo del sistema inmunitario en la endometriosis podría revelar información importante para encontrar las causas de esta enfermedad y su tratamiento.
Otros investigadores están observando la endometriosis como una enfermedad del sistema endocrino, ya que los estrógenos fomentan el desarrollo de la enfermedad. El hiperestrogenismo, tanto el absoluto como el relativo, se asocia a un mayor riesgo de desarrollar endometriosis. Es por ello que se observan mejoras en la sintomatología de esta enfermedad en mujeres embarazadas (por el aumento de los niveles de progesterona) y en las mujeres menopáusicas (por la disminución de los niveles de estrógenos).
Otros estudios buscan conocer si los agentes ambientales, como la exposición a sustancias químicas fabricadas por el hombre, provocan la enfermedad. Más investigaciones tratan de comprender qué otros factores, si existen, afectan al curso de la enfermedad.
Otra área importante de la investigación es la búsqueda de marcadores de endometriosis. Estos marcadores son sustancias presentes en el cuerpo creadas por la enfermedad o en respuesta a esta, y pueden aislarse en la sangre u orina. Si se encuentran marcadores por medio de una prueba de sangre u orina, entonces se podría hacer un diagnóstico de endometriosis sin necesidad de cirugía. También se puede detectar mediante pruebas de marcadores tumorales en las que el factor CA-125 saldrá alterado.
La causa de la endometriosis es desconocida. Una teoría es que, durante la menstruación, parte del tejido menstrual o endometrial, en lugar de evacuar en la menstruación, regresa al abdomen a través de las trompas de Falopio por flujo retrógrado. Según esta teoría, el tejido endometrial viable puede llegar a colonizar el ovario y responder en cada ciclo de la misma forma que las células endometriales uterinas, es decir, creciendo y descamándose en cada regla. Otra teoría sugiere que hay células del peritoneo que se transforman en endometriales. El tejido endometrial que escapa del útero acaba rodeándose de epitelio y formando quistes denominados endometriomas que es necesario eliminar. La endometriosis puede ser una enfermedad hereditaria y ser causada, por tanto, por una predisposición genética.
Los investigadores también están observando la participación del sistema inmunitario y la manera en que estimula o reacciona a la endometriosis. Las sustancias químicas producidas en las áreas afectadas por la endometriosis irritan o impulsan el crecimiento de tumores en más áreas. Está demostrado que las mujeres que tienen esta enfermedad tienen mayores probabilidades que otras mujeres de sufrir trastornos del sistema inmunitario, en los que el cuerpo ataca sus propios tejidos (enfermedades autoinmunes) y que las mujeres con endometriosis tienen también mayores probabilidades de sufrir síndrome de fatiga crónica y síndrome de fibromialgia. También es muy probable que estas mujeres sufran asma, alergias y trastornos de la piel como eczemas o psoriasis. Se piensa que un estudio más profundo del sistema inmunitario en la endometriosis podría revelar información importante para encontrar las causas de esta enfermedad y su tratamiento.
Otros investigadores están observando la endometriosis como una enfermedad del sistema endocrino, ya que los estrógenos fomentan el desarrollo de la enfermedad. El hiperestrogenismo, tanto el absoluto como el relativo, se asocia a un mayor riesgo de desarrollar endometriosis. Es por ello que se observan mejoras en la sintomatología de esta enfermedad en mujeres embarazadas (por el aumento de los niveles de progesterona) y en las mujeres menopáusicas (por la disminución de los niveles de estrógenos).
Otros estudios buscan conocer si los agentes ambientales, como la exposición a sustancias químicas fabricadas por el hombre, provocan la enfermedad. Más investigaciones tratan de comprender qué otros factores, si existen, afectan al curso de la enfermedad.
Otra área importante de la investigación es la búsqueda de marcadores de endometriosis. Estos marcadores son sustancias presentes en el cuerpo creadas por la enfermedad o en respuesta a esta, y pueden aislarse en la sangre u orina. Si se encuentran marcadores por medio de una prueba de sangre u orina, entonces se podría hacer un diagnóstico de endometriosis sin necesidad de cirugía. También se puede detectar mediante pruebas de marcadores tumorales en las que el factor CA-125 saldrá alterado.