Antecedentes
Originariamente, muchas culturas antiguas utilizaban el calendario lunar para contar el tiempo. Los pueblos itálicos primitivos tenían diferentes calendarios lunares, cada uno con su propio número de meses, su propia duración del año y de los meses; por ejemplo, los habitantes de Alba Longa tenían un calendario de 10 meses, de 18 a 36 días cada mes; los de Lavinia tenían otro de 374 días distribuido en 13 meses; los etruscos tenían meses basados en la luna llena. Estos calendarios tenían una base lunar, el comienzo de los meses solía marcarse con la aparición de la luna nueva.
Originariamente, muchas culturas antiguas utilizaban el calendario lunar para contar el tiempo. Los pueblos itálicos primitivos tenían diferentes calendarios lunares, cada uno con su propio número de meses, su propia duración del año y de los meses; por ejemplo, los habitantes de Alba Longa tenían un calendario de 10 meses, de 18 a 36 días cada mes; los de Lavinia tenían otro de 374 días distribuido en 13 meses; los etruscos tenían meses basados en la luna llena. Estos calendarios tenían una base lunar, el comienzo de los meses solía marcarse con la aparición de la luna nueva.