El deporte y la paz
El deporte como lenguaje universal puede servir para promover la paz, la tolerancia y la comprensión más allá de fronteras, culturas y religiones. Todo el mundo entiende los valores intrínsecos del deporte, como el trabajo en equipo, la equidad, la disciplina, el respeto por el oponente y las reglas del juego; valores que pueden llevar a la consecución de la solidaridad, la cohesión social y la coexistencia pacífica.
Los programas deportivos permiten el encuentro en territorios neutrales y en un ambiente donde la agresión puede controlarse y transformarse, con lo que se facilita el acercamiento y la reconciliación entre las partes contrarias.
A pesar de que el deporte no puede por sí mismo resolver conflictos, puede, sin embargo, ser un medio efectivo y rentable para aliviar o facilitar la vuelta a la normalidad tras los conflictos y en las fases de construcción de la paz, así como para la prevención de conflictos.
El deporte como lenguaje universal puede servir para promover la paz, la tolerancia y la comprensión más allá de fronteras, culturas y religiones. Todo el mundo entiende los valores intrínsecos del deporte, como el trabajo en equipo, la equidad, la disciplina, el respeto por el oponente y las reglas del juego; valores que pueden llevar a la consecución de la solidaridad, la cohesión social y la coexistencia pacífica.
Los programas deportivos permiten el encuentro en territorios neutrales y en un ambiente donde la agresión puede controlarse y transformarse, con lo que se facilita el acercamiento y la reconciliación entre las partes contrarias.
A pesar de que el deporte no puede por sí mismo resolver conflictos, puede, sin embargo, ser un medio efectivo y rentable para aliviar o facilitar la vuelta a la normalidad tras los conflictos y en las fases de construcción de la paz, así como para la prevención de conflictos.