Situación actual de la producción de frutas y verduras a nivel mundial
La actual pandemia por COVID-19 ha afectado considerablemente la cadena de suministro de frutas y verduras, hasta en un 50%, especialmente en los países en desarrollo, razón por la cual la creación de este año internacional está dirigida a reestructurar y transformar su proceso de producción y consumo.
Aunado a ello, los problemas de producción, transporte y distribución, así como la escasez de la mano de obra inciden en la disponibilidad y acceso limitado de estos alimentos para el consumo humano, especialmente en países en desarrollo.
Las frutas y verduras, por ser productos altamente perecederos, generan niveles elevados de pérdidas y desperdicios en todas las etapas de la cadena de valor, así como en su calidad. Ello supone un riesgo para la población de contraer enfermedades de transmisión alimentaria, ocasionado por la contaminación de patógenos y la contaminación química, afectando la inocuidad de estos alimentos.
En virtud de ello, se requiere la inversión en la aplicación de tecnologías e ideas innovadoras, tales como cadena del frío, investigación, desarrollo y la innovación digital, enfocadas en mantener la inocuidad y la calidad de las frutas y verduras, preservando su valor nutricional y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Esto impactará favorablemente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminución de la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra, contribuyendo al incremento de la productividad y el crecimiento económico de los países.
La actual pandemia por COVID-19 ha afectado considerablemente la cadena de suministro de frutas y verduras, hasta en un 50%, especialmente en los países en desarrollo, razón por la cual la creación de este año internacional está dirigida a reestructurar y transformar su proceso de producción y consumo.
Aunado a ello, los problemas de producción, transporte y distribución, así como la escasez de la mano de obra inciden en la disponibilidad y acceso limitado de estos alimentos para el consumo humano, especialmente en países en desarrollo.
Las frutas y verduras, por ser productos altamente perecederos, generan niveles elevados de pérdidas y desperdicios en todas las etapas de la cadena de valor, así como en su calidad. Ello supone un riesgo para la población de contraer enfermedades de transmisión alimentaria, ocasionado por la contaminación de patógenos y la contaminación química, afectando la inocuidad de estos alimentos.
En virtud de ello, se requiere la inversión en la aplicación de tecnologías e ideas innovadoras, tales como cadena del frío, investigación, desarrollo y la innovación digital, enfocadas en mantener la inocuidad y la calidad de las frutas y verduras, preservando su valor nutricional y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Esto impactará favorablemente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminución de la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra, contribuyendo al incremento de la productividad y el crecimiento económico de los países.