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Cuando el volcán de La Palma se comería Nueva York
Por Ferran Martínez-Aira
Según las teorías que defienden desde hace veinte años los investigadores Steven Ward y Simon Day, dos profesores de la University College de Londres, el volcán de La Palma, estos días en erupción, podría comerse la ciudad de Nueva York. Ambos científicos llevan décadas analizando el terreno canario y mantienen una hipótesis: Cumbre Vieja puede producir un tsunami gigante si el volcán se desprende y acaba hundiéndose en el mar provocando una ola enorme.
La roca que caería al mar sería de largo y ancho de 24 kilómetros. La velocidad a la que llegarían estas olas haría que avanzara unos 100 metros por segundo, cogiendo un ritmo similar al de un tren exprés. Además, para prever la catástrofe, aseguran que durante las semanas anteriores, “habría una violenta actividad del volcán con grandes humaredas que expulsarían columnas de ceniza sin descanso, la lava arrasaría bosques y los movimientos sísmicos se cargarían pueblos”. En total 500 kms. cúbicos de isla empezarían a hundirse y originarían una ola de 900 metros que acabaría, horas después, cargándose una parte de Europa y África”.
Aunque el impacto sería a escala mundial, afectaría especialmente desde la costa del Canadá, el Caribe, Brasil y los Estados Unidos, “donde Nueva York quedaría totalmente hundida provocando una crisis económica que haría replantear un nuevo orden social”. Hasta llegar a la costa este americana, habría una espera de nueve horas y llegaría en forma de ciclos de veinte olas de 150 metros cada una. Para Day: “Los volcanes, cuando se mueven, tienen la capacidad de cambiar el mundo”.
A pesar de todo, las teorías se mantienen y ambos continúan ligados al mundo académico. De hecho, incluso Ward tiene un canal propio en YouTube donde explica diferentes movimientos sísmicos y sus teorías. A raíz de las dudas que ha generado recuperar este estudio, el presidente del Instituto Español para la Reducción de Desastres, José Antonio Aparicio, niega la mayor: “Esta es una predicción apocalíptica construida a propósito para la BBC y donde aseguran que el colapso de 500 km³ del suelo de las vertientes del volcán propagaría un megatsunami que podría arrasar las costas americanas con olas de 50 metros de altura en Florida y el Caribe, y de 40 en el norte del Brasil”.
Y añade: “Lejos de esta hipótesis tremendista, el experto Charles L. Mader, basándose en los cálculos del ingeniero suizo Hermann M. Fritz sobre el método SWAN, limita los efectos de estos desprendimientos en el peor de los supuestos imaginables a olas de tres metros en el Caribe y a un máximo de diez metros en las costas de África y Europa”.
Cuando el volcán de La Palma se comería Nueva York
Por Ferran Martínez-Aira
Según las teorías que defienden desde hace veinte años los investigadores Steven Ward y Simon Day, dos profesores de la University College de Londres, el volcán de La Palma, estos días en erupción, podría comerse la ciudad de Nueva York. Ambos científicos llevan décadas analizando el terreno canario y mantienen una hipótesis: Cumbre Vieja puede producir un tsunami gigante si el volcán se desprende y acaba hundiéndose en el mar provocando una ola enorme.
La roca que caería al mar sería de largo y ancho de 24 kilómetros. La velocidad a la que llegarían estas olas haría que avanzara unos 100 metros por segundo, cogiendo un ritmo similar al de un tren exprés. Además, para prever la catástrofe, aseguran que durante las semanas anteriores, “habría una violenta actividad del volcán con grandes humaredas que expulsarían columnas de ceniza sin descanso, la lava arrasaría bosques y los movimientos sísmicos se cargarían pueblos”. En total 500 kms. cúbicos de isla empezarían a hundirse y originarían una ola de 900 metros que acabaría, horas después, cargándose una parte de Europa y África”.
Aunque el impacto sería a escala mundial, afectaría especialmente desde la costa del Canadá, el Caribe, Brasil y los Estados Unidos, “donde Nueva York quedaría totalmente hundida provocando una crisis económica que haría replantear un nuevo orden social”. Hasta llegar a la costa este americana, habría una espera de nueve horas y llegaría en forma de ciclos de veinte olas de 150 metros cada una. Para Day: “Los volcanes, cuando se mueven, tienen la capacidad de cambiar el mundo”.
A pesar de todo, las teorías se mantienen y ambos continúan ligados al mundo académico. De hecho, incluso Ward tiene un canal propio en YouTube donde explica diferentes movimientos sísmicos y sus teorías. A raíz de las dudas que ha generado recuperar este estudio, el presidente del Instituto Español para la Reducción de Desastres, José Antonio Aparicio, niega la mayor: “Esta es una predicción apocalíptica construida a propósito para la BBC y donde aseguran que el colapso de 500 km³ del suelo de las vertientes del volcán propagaría un megatsunami que podría arrasar las costas americanas con olas de 50 metros de altura en Florida y el Caribe, y de 40 en el norte del Brasil”.
Y añade: “Lejos de esta hipótesis tremendista, el experto Charles L. Mader, basándose en los cálculos del ingeniero suizo Hermann M. Fritz sobre el método SWAN, limita los efectos de estos desprendimientos en el peor de los supuestos imaginables a olas de tres metros en el Caribe y a un máximo de diez metros en las costas de África y Europa”.