Cerca de una veintena de veces se repite el nombre de San Luciano en los martirologios. Es digno de destacar San Luciano de Vic, un joven militar romano convertido a la fe por una doncella a la que se propuso seducir. No estando dispuesto a renegar de la fe cristiana, fue condenado a la hoguera. Sus reliquias fueron halladas el año 1050, siendo el obispo de Vic Guillermo de Balsareny.