¿Deterioro cognitivo leve o grave?
No siempre progresa hacia una demencia, con lo cual la persona puede seguir, en principio, haciendo sus actividades normales de manera independiente, aunque sus amigos y familiares perciban su deterioro.
El síntoma del deterioro cognitivo leve es básicamente la falta de memoria, percibida por uno mismo y por quienes le rodean, pero, por lo demás, conserva la función cognitiva y puede realizar sus actividades habituales.
En cambio, los síntomas de la demencia o deterioro grave son:
- Falta de memoria para recordar nombres de gente próxima y de objetos familiares.
- Problemas para seguir instrucciones.
- Dificultades para tomar decisiones.
- Incapacidad para planificar.
- Falta de orientación en itinerarios habituales.
- Pérdida frecuente de cosas.
- Falta de interés por lo que antes gustaba.
- Rechazo social.
- Alteraciones de comportamiento.
Estos síntomas pueden agravarse, por lo que el médico hará pruebas y controlará el avance del problema. Nunca hay que ignorar la situación o mirar para otro lado, pues, en caso de un diagnóstico adverso, lo mejor es hablarlo con las personas allegadas, planificar el futuro, programar los cuidados en el hogar y resolver los asuntos legales y económicos a tiempo.
No siempre progresa hacia una demencia, con lo cual la persona puede seguir, en principio, haciendo sus actividades normales de manera independiente, aunque sus amigos y familiares perciban su deterioro.
El síntoma del deterioro cognitivo leve es básicamente la falta de memoria, percibida por uno mismo y por quienes le rodean, pero, por lo demás, conserva la función cognitiva y puede realizar sus actividades habituales.
En cambio, los síntomas de la demencia o deterioro grave son:
- Falta de memoria para recordar nombres de gente próxima y de objetos familiares.
- Problemas para seguir instrucciones.
- Dificultades para tomar decisiones.
- Incapacidad para planificar.
- Falta de orientación en itinerarios habituales.
- Pérdida frecuente de cosas.
- Falta de interés por lo que antes gustaba.
- Rechazo social.
- Alteraciones de comportamiento.
Estos síntomas pueden agravarse, por lo que el médico hará pruebas y controlará el avance del problema. Nunca hay que ignorar la situación o mirar para otro lado, pues, en caso de un diagnóstico adverso, lo mejor es hablarlo con las personas allegadas, planificar el futuro, programar los cuidados en el hogar y resolver los asuntos legales y económicos a tiempo.