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Eliminemos las leyes que perjudican, creemos leyes que empoderan — Día de la Cero Discriminación 1 de marzo 2022
25 DE FEBRERO DE 2022
Este año, en el Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA destaca la imperiosa necesidad de actuar contra las leyes discriminatorias. En muchos países, las leyes crean diferencias en el trato entre personas, muchas quedan excluidos de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por quiénes son, qué hacen o a quién aman. Dichas leyes son discriminatorias; restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales.
SOBRE EL DÍA DE LA CERO DISCRIMINACIÓN
El 1 de marzo, Día de la Cero Discriminación, celebramos el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad. En este día se quiere enfatizar cómo informarse y fomentar la tolerancia, la compasión, la paz y, sobre todo, un movimiento por el cambio. El Día de la Cero Discriminación contribuye a crear un movimiento global de solidaridad con el fin de acabar con cualquier forma de discriminación.
ELIMINEMOS LAS LEYES QUE PERJUDICAN,
CREEMOS LEYES QUE EMPODERAN
Este año, en el Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA destaca la imperiosa necesidad de actuar contra las leyes discriminatorias.
En muchos países, las leyes crean diferencias en el trato entre personas, muchas quedan excluidos de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por quiénes son, qué hacen o a quién aman. Dichas leyes son discriminatorias; restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Se puede sufrir más de una forma de discriminación. Una persona puede sufrir discriminación por su condición médica, raza, identidad de género u orientación sexual, lo cual tiene graves efectos tanto en el individuo como en el conjunto de la comunidad.
La legislación puede discriminar mediante la penalización de la conducta o la identidad. Algunas de estas son leyes sobre el trabajo sexual, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, el uso o la posesión de drogas para consumo propio, o la ocultación del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH.
Otras leyes pueden obstaculizar el acceso a prestaciones y servicios. Pueden prohibir que las niñas vayan al colegio si están embarazadas o que las mujeres accedan a los servicios financieros sin el consentimiento de sus maridos.
Asimismo, se puede exigir el consentimiento paterno para los adolescentes que quieran acceder a los servicios sanitarios o pueden restringir la entrada, la estancia y la residencia a las personas que viven con VIH.
Los Estados tienen la obligación moral y legal de eliminar las leyes discriminatorias y promulgar otras que protejan a las personas de dicha discriminación. Esto aparece recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los tratados sobre los derechos humanos, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en otros compromisos internacionales.
Algunos de los derechos que se pueden alegar para recurrir las leyes discriminatorias son los siguientes:
• El derecho a un trato igualitario ante la ley.
• El derecho a la educación.
• El derecho a las oportunidades económicas.
• El derecho a la privacidad.
• El derecho a la dignidad.
• El derecho a la salud.
• El derecho de asociación.
• El derecho a un juicio justo.
Todo el mundo es responsable de que los Estados asuman su deber, así como de promover el cambio y contribuir a eliminar las leyes discriminatorias. Los primeros pasos para lograr estos objetivos son conocer el derecho, identificar las leyes que pueden ser discriminatorias y hacerlas visibles.
Eliminemos las leyes que perjudican, creemos leyes que empoderan — Día de la Cero Discriminación 1 de marzo 2022
25 DE FEBRERO DE 2022
Este año, en el Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA destaca la imperiosa necesidad de actuar contra las leyes discriminatorias. En muchos países, las leyes crean diferencias en el trato entre personas, muchas quedan excluidos de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por quiénes son, qué hacen o a quién aman. Dichas leyes son discriminatorias; restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales.
SOBRE EL DÍA DE LA CERO DISCRIMINACIÓN
El 1 de marzo, Día de la Cero Discriminación, celebramos el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad. En este día se quiere enfatizar cómo informarse y fomentar la tolerancia, la compasión, la paz y, sobre todo, un movimiento por el cambio. El Día de la Cero Discriminación contribuye a crear un movimiento global de solidaridad con el fin de acabar con cualquier forma de discriminación.
ELIMINEMOS LAS LEYES QUE PERJUDICAN,
CREEMOS LEYES QUE EMPODERAN
Este año, en el Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA destaca la imperiosa necesidad de actuar contra las leyes discriminatorias.
En muchos países, las leyes crean diferencias en el trato entre personas, muchas quedan excluidos de los servicios básicos o sufren restricciones en su manera de vivir solamente por quiénes son, qué hacen o a quién aman. Dichas leyes son discriminatorias; restringen los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Se puede sufrir más de una forma de discriminación. Una persona puede sufrir discriminación por su condición médica, raza, identidad de género u orientación sexual, lo cual tiene graves efectos tanto en el individuo como en el conjunto de la comunidad.
La legislación puede discriminar mediante la penalización de la conducta o la identidad. Algunas de estas son leyes sobre el trabajo sexual, las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, el uso o la posesión de drogas para consumo propio, o la ocultación del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH.
Otras leyes pueden obstaculizar el acceso a prestaciones y servicios. Pueden prohibir que las niñas vayan al colegio si están embarazadas o que las mujeres accedan a los servicios financieros sin el consentimiento de sus maridos.
Asimismo, se puede exigir el consentimiento paterno para los adolescentes que quieran acceder a los servicios sanitarios o pueden restringir la entrada, la estancia y la residencia a las personas que viven con VIH.
Los Estados tienen la obligación moral y legal de eliminar las leyes discriminatorias y promulgar otras que protejan a las personas de dicha discriminación. Esto aparece recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los tratados sobre los derechos humanos, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en otros compromisos internacionales.
Algunos de los derechos que se pueden alegar para recurrir las leyes discriminatorias son los siguientes:
• El derecho a un trato igualitario ante la ley.
• El derecho a la educación.
• El derecho a las oportunidades económicas.
• El derecho a la privacidad.
• El derecho a la dignidad.
• El derecho a la salud.
• El derecho de asociación.
• El derecho a un juicio justo.
Todo el mundo es responsable de que los Estados asuman su deber, así como de promover el cambio y contribuir a eliminar las leyes discriminatorias. Los primeros pasos para lograr estos objetivos son conocer el derecho, identificar las leyes que pueden ser discriminatorias y hacerlas visibles.