¿Qué es la Miastenia Gravis?
La Miastenia Gravis es una enfermedad autoinmune y neuromuscular crónica que se origina debido a un desorden en el sistema inmunológico, generando anticuerpos que interfieren con los receptores de los músculos, dañando la conexión entre la sustancia química que circula por las terminaciones nerviosas y los receptores. Esto ocasiona debilidad y mal funcionamiento de los músculos.
Esta enfermedad rara puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más común en mujeres jóvenes y hombres de edad avanzada. Se estima una incidencia de 20 casos por cada 100.000 habitantes.
Algunos de los síntomas característicos de esta enfermedad son los siguientes:
● Visión doble (diplopía).
● Disfagia o dificultad para masticar y tragar.
● Debilidad en el cuello.
● Párpado caído, conocido como ptosis palpebral.
● Parálisis facial, por debilidad de los músculos faciales.
● Dificultad para hablar (disartria).
● Debilidad en brazos y piernas.
● Dificultad para respirar, debido a la debilidad de los músculos de la pared torácica.
Actualmente no existe una cura para esta enfermedad, aunque la aplicación del tratamiento por parte de un médico especialista puede ayudar a aliviar los síntomas.
La Miastenia Gravis es una enfermedad autoinmune y neuromuscular crónica que se origina debido a un desorden en el sistema inmunológico, generando anticuerpos que interfieren con los receptores de los músculos, dañando la conexión entre la sustancia química que circula por las terminaciones nerviosas y los receptores. Esto ocasiona debilidad y mal funcionamiento de los músculos.
Esta enfermedad rara puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más común en mujeres jóvenes y hombres de edad avanzada. Se estima una incidencia de 20 casos por cada 100.000 habitantes.
Algunos de los síntomas característicos de esta enfermedad son los siguientes:
● Visión doble (diplopía).
● Disfagia o dificultad para masticar y tragar.
● Debilidad en el cuello.
● Párpado caído, conocido como ptosis palpebral.
● Parálisis facial, por debilidad de los músculos faciales.
● Dificultad para hablar (disartria).
● Debilidad en brazos y piernas.
● Dificultad para respirar, debido a la debilidad de los músculos de la pared torácica.
Actualmente no existe una cura para esta enfermedad, aunque la aplicación del tratamiento por parte de un médico especialista puede ayudar a aliviar los síntomas.