Día Mundial de la Población
11 de julio
Portada
Hacia un futuro resiliente para un mundo de 8000 millones de personas: aprovechar las oportunidades y garantizar los derechos y las opciones para todos
En el año 2011, el mundo alcanzó una población de 7000 millones. Este año, se espera que la cifra llegue a los 8000 millones. A algunos les maravillará los avances en materia de salud que han ampliado la esperanza de vida, reducido la mortalidad materna y la mortalidad infantil y que han llevado al desarrollo de vacunas en tiempo récord. Otros reivindicarán las innovaciones tecnológicas que nos han facilitado la vida y nos han conectado más que nunca. Y otros proclamarán lo conseguido en materia de igualdad de género.
Sin embargo, el progreso no es universal y las desigualdades son muy acusadas. Las mujeres todavía mueren durante el parto. Las desigualdades de género permanecen arraigadas. La división digital deja a más mujeres y a aquellas personas en países en desarrollo desconectadas. En los últimos tiempos, las vacunas contra la COVID-19 se han distribuido de manera desigual. Y los mismos problemas y retos de hace 11 años siguen vigentes o han empeorado: cambio climático, violencia, discriminación. El mundo alcanzó un hito especialmente desalentador en mayo: se superaron los 100 millones de personas desplazadas forzosamente.
En un mundo ideal, 8000 millones de personas significarían 8000 millones de oportunidades para crear sociedades más sanas fortalecidas por derechos y elecciones. Pero el campo de juego no es, ni nunca ha sido, igualitario. Por razón de género, etnicidad, clase social, religión, orientación sexual, discapacidad y origen, entre otros factores, demasiadas personas siguen enfrentándose a la discriminación, acoso y violencia. No nos hacemos ningún favor ignorando a aquellas personas que se quedan atrás.
No dejemos que ningún titular alarmista nos distraiga del trabajo pendiente: invertir en capital humano y físico para unas sociedades inclusivas y productivas que defiendan los derechos humanos y reproductivos. Solo en ese momento podremos afrontar los enormes retos de nuestro planeta y forjar un mundo donde la salud, dignidad y educación sean derechos y realidades, y no privilegios y promesas vacías. En un mundo de 8000 millones de personas debe haber siempre espacio para las oportunidades.
¿Sabías que...?
Desde mediados del siglo XX, el mundo ha experimentado un crecimiento demográfico sin precedentes. La población mundial se triplicó con creces entre 1950 y 2020.
La tasa de crecimiento de la población mundial alcanzó su punto máximo entre 1965 y 1970, cuando el número de seres humanos aumentaba en un promedio del 2,1 % por año.
Durante el período de 2000 a 2020, aunque la población mundial creció a una tasa anual media de 1,2%, 48 países o áreas crecieron al menos el doble de rápido. De estos 48 países, 33 eran países o áreas africanas y 12 asiáticas.
La esperanza de vida de los adultos en el mundo desarrollado ha aumentado desde mediados del siglo XX: el número de personas que llegan a los 100 años nunca ha sido mayor que en la actualidad.
En todo el mundo, el número de muertes en relación con el tamaño de la población ha disminuido desde la década de 1950. Durante las próximas décadas, las previsiones de las Naciones Unidas contemplan una disminución gradual y continua en las tasas de mortalidad relacionadas con la edad.
11 de julio
Portada
Hacia un futuro resiliente para un mundo de 8000 millones de personas: aprovechar las oportunidades y garantizar los derechos y las opciones para todos
En el año 2011, el mundo alcanzó una población de 7000 millones. Este año, se espera que la cifra llegue a los 8000 millones. A algunos les maravillará los avances en materia de salud que han ampliado la esperanza de vida, reducido la mortalidad materna y la mortalidad infantil y que han llevado al desarrollo de vacunas en tiempo récord. Otros reivindicarán las innovaciones tecnológicas que nos han facilitado la vida y nos han conectado más que nunca. Y otros proclamarán lo conseguido en materia de igualdad de género.
Sin embargo, el progreso no es universal y las desigualdades son muy acusadas. Las mujeres todavía mueren durante el parto. Las desigualdades de género permanecen arraigadas. La división digital deja a más mujeres y a aquellas personas en países en desarrollo desconectadas. En los últimos tiempos, las vacunas contra la COVID-19 se han distribuido de manera desigual. Y los mismos problemas y retos de hace 11 años siguen vigentes o han empeorado: cambio climático, violencia, discriminación. El mundo alcanzó un hito especialmente desalentador en mayo: se superaron los 100 millones de personas desplazadas forzosamente.
En un mundo ideal, 8000 millones de personas significarían 8000 millones de oportunidades para crear sociedades más sanas fortalecidas por derechos y elecciones. Pero el campo de juego no es, ni nunca ha sido, igualitario. Por razón de género, etnicidad, clase social, religión, orientación sexual, discapacidad y origen, entre otros factores, demasiadas personas siguen enfrentándose a la discriminación, acoso y violencia. No nos hacemos ningún favor ignorando a aquellas personas que se quedan atrás.
No dejemos que ningún titular alarmista nos distraiga del trabajo pendiente: invertir en capital humano y físico para unas sociedades inclusivas y productivas que defiendan los derechos humanos y reproductivos. Solo en ese momento podremos afrontar los enormes retos de nuestro planeta y forjar un mundo donde la salud, dignidad y educación sean derechos y realidades, y no privilegios y promesas vacías. En un mundo de 8000 millones de personas debe haber siempre espacio para las oportunidades.
¿Sabías que...?
Desde mediados del siglo XX, el mundo ha experimentado un crecimiento demográfico sin precedentes. La población mundial se triplicó con creces entre 1950 y 2020.
La tasa de crecimiento de la población mundial alcanzó su punto máximo entre 1965 y 1970, cuando el número de seres humanos aumentaba en un promedio del 2,1 % por año.
Durante el período de 2000 a 2020, aunque la población mundial creció a una tasa anual media de 1,2%, 48 países o áreas crecieron al menos el doble de rápido. De estos 48 países, 33 eran países o áreas africanas y 12 asiáticas.
La esperanza de vida de los adultos en el mundo desarrollado ha aumentado desde mediados del siglo XX: el número de personas que llegan a los 100 años nunca ha sido mayor que en la actualidad.
En todo el mundo, el número de muertes en relación con el tamaño de la población ha disminuido desde la década de 1950. Durante las próximas décadas, las previsiones de las Naciones Unidas contemplan una disminución gradual y continua en las tasas de mortalidad relacionadas con la edad.