Día Internacional del Migrante
18 de diciembre
Mensajes
Mensaje del Secretario General para 2022
En este Día Internacional del Migrante, reflexionamos sobre las vidas de los más de 280 millones de personas que abandonaron su país para emprender la universal búsqueda de oportunidades, dignidad, libertad y una vida mejor.
En la actualidad, más del 80 % de los migrantes del mundo cruzan las fronteras de forma segura y ordenada.
Esa migración es un poderoso motor de crecimiento económico, dinamismo y entendimiento.
Pero la migración no regulada por rutas cada vez más peligrosas —cruel dominio de los traficantes— sigue cobrando un precio terrible.
En los últimos ocho años han muerto al menos 51.000 migrantes, y miles más han desaparecido.
Detrás de las cifras hay seres humanos: una hermana, un hermano, una hija, un hijo, una madre o un padre.
Los derechos de los migrantes son derechos humanos. Deben ser respetados sin discriminación e independientemente de que el desplazamiento de esos migrantes sea forzado o voluntario o tenga autorización oficial.
Debemos hacer todo lo posible para evitar la pérdida de vidas, como imperativo humanitario y obligación moral y legal.
Debemos disponer labores de búsqueda y salvamento y prestar atención médica.
Debemos ampliar y diversificar las vías de migración basadas en los derechos para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible y afrontar la escasez de mano de obra en el mercado laboral.
Y necesitamos un mayor apoyo internacional a las inversiones en los países de origen para que la migración sea una opción, no una necesidad.
No hay crisis migratoria; hay una crisis solidaria.
Hoy y todos los días, salvaguardemos nuestra humanidad común y protejamos los derechos y la dignidad de todos.
António Guterres
18 de diciembre
Mensajes
Mensaje del Secretario General para 2022
En este Día Internacional del Migrante, reflexionamos sobre las vidas de los más de 280 millones de personas que abandonaron su país para emprender la universal búsqueda de oportunidades, dignidad, libertad y una vida mejor.
En la actualidad, más del 80 % de los migrantes del mundo cruzan las fronteras de forma segura y ordenada.
Esa migración es un poderoso motor de crecimiento económico, dinamismo y entendimiento.
Pero la migración no regulada por rutas cada vez más peligrosas —cruel dominio de los traficantes— sigue cobrando un precio terrible.
En los últimos ocho años han muerto al menos 51.000 migrantes, y miles más han desaparecido.
Detrás de las cifras hay seres humanos: una hermana, un hermano, una hija, un hijo, una madre o un padre.
Los derechos de los migrantes son derechos humanos. Deben ser respetados sin discriminación e independientemente de que el desplazamiento de esos migrantes sea forzado o voluntario o tenga autorización oficial.
Debemos hacer todo lo posible para evitar la pérdida de vidas, como imperativo humanitario y obligación moral y legal.
Debemos disponer labores de búsqueda y salvamento y prestar atención médica.
Debemos ampliar y diversificar las vías de migración basadas en los derechos para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible y afrontar la escasez de mano de obra en el mercado laboral.
Y necesitamos un mayor apoyo internacional a las inversiones en los países de origen para que la migración sea una opción, no una necesidad.
No hay crisis migratoria; hay una crisis solidaria.
Hoy y todos los días, salvaguardemos nuestra humanidad común y protejamos los derechos y la dignidad de todos.
António Guterres