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Historia
Existen unas primeras referencias, datadas en el año 1511, donde las Autoridades Municipales de Alcoy, añaden el uso de "tamborinos" (música), juegos populares y "concursos simulando combates", a la ya tradicional celebración religiosa en honor a San Pedro. En 1552, se introduce el arcabuz a la fiesta. En 1574 se registraron 250 ballestas, 225 arcabuces y 210 picas. El documento mejor conservado en el que se citan las fiestas data de 1672, cuando el cronista Carbonell, en su libro Célebre centuria, habla de las celebraciones en honor a San Jorge y por la expulsión de los musulmanes, con aparición de dos compañías, una de Moros-Christianos y otra de Cathólicos-Christianos, que constituyen el origen de las veintiocho filaes actuales. En 1741 se registra la primera celebración de las fiestas de Moros y Cristianos, así como la creación de las posibles filaes, entre ellas la más antigua de Capellanes. Además se interpretó por primera vez el acto de la Cucafera, un dragón de cartón que bajaba hacia la plaza para atacar al pueblo y a una princesa que se encontraba en un entablado de madera, mientras un triunfante San Jorge aparecía para derrotar al dragón. Este acto desaparecido en la trilogía festera se celebraba como fin de las fiestas y sería el antecesor de la aparición de San Jorge que actualmente se celebra el último día. En 1839 se firmó la primera acta de la Asociación de San Jorge en la que figuran las filaes de Primera de moros, Sultanes, Tercera de Lana, Primera de Lana, Cuarta de Lana y Séptima de Lana por el bando moro, Asturianos, Cides, Tomasinas, Romanos, Andaluces, Monasillos, Defensores de Alcoy, Granadinos y Guerreros por parte de los cristianos. En 1932 las fiestas sufrieron cambios con motivo de la Segunda República Española y se dejó de rendir culto al patrón San Jorge, a pesar de que se seguía haciendo de forma extra oficial la procesión de la Reliquia del día de San Jorge. La Asociación de San Jorge dejó de formar parte de esta, para que se hiciera cargo el Ayuntamiento de Alcoy. Se suprimió la Procesión General por un pasacalles floral por distintas calles de la ciudad. La aparición de San Jorge se siguió manteniendo como colofón final de las fiestas. Algunas filaes como la Llana o los Montañeses dejaron de participar en estas fiestas al estar en contra del no culto al patrón de la ciudad. Al finalizar la Guerra Civil se recuperó la fiesta tradicional y la Asociación de San Jorge devolvió el lugar que correspondía a todas aquellas filaes que dejaron de formar parte de estas y se volvió a recuperar el turno de Capitanía y Alferecía que hubiera tocado en 1932. En 1950 la figura del Alférez participa por primera vez en el acto del alardo modificando posteriormente, en 1962, el recorrido del acto para que se pudiera hacer dos encaros, uno entre capitanes y otro entre alféreces ya que participaba mucha más gente de lo habitual. En 1952, y a petición de la filá Cruzados, la entrada sufre un gran cambio y el Alférez, que antes siempre aparecía en mitad de la entrada, pasaría a ocupar el último lugar como fin del acto. En la década de los 60 se eliminó el Paseo General del día de las entradas, ya que estas acababan más tarde de lo habitual, al participar mucha más gente que los años anteriores. En 1980, y tras la entrada a la fiesta de la filá Benimerines, el acto de las entradas de Moros y Cristianos deja de tener orden de antigüedad para seguir una roda que cambiaría las posiciones de las filaes hacia atrás cada año, por tanto la filá Llana dejaría de ser la primera en el bando moro, solo en el acto de las entradas. En el resto de actos como la Diana o la procesión general continuaría preservándose el orden de antigüedad. En 2020, la pandemia de la enfermedad COVID-19 obliga a trasladar completamente la trilogía festera y todos los actos anteriores, así como el mig any del mismo año a 2021. Los cargos de capitanía y alferecía 2020 se trasladarían íntegramente a la fiesta en 2021, así como la celebración del 150 aniversario de la filà Navarros que será al año siguiente.
Existen unas primeras referencias, datadas en el año 1511, donde las Autoridades Municipales de Alcoy, añaden el uso de "tamborinos" (música), juegos populares y "concursos simulando combates", a la ya tradicional celebración religiosa en honor a San Pedro. En 1552, se introduce el arcabuz a la fiesta. En 1574 se registraron 250 ballestas, 225 arcabuces y 210 picas. El documento mejor conservado en el que se citan las fiestas data de 1672, cuando el cronista Carbonell, en su libro Célebre centuria, habla de las celebraciones en honor a San Jorge y por la expulsión de los musulmanes, con aparición de dos compañías, una de Moros-Christianos y otra de Cathólicos-Christianos, que constituyen el origen de las veintiocho filaes actuales. En 1741 se registra la primera celebración de las fiestas de Moros y Cristianos, así como la creación de las posibles filaes, entre ellas la más antigua de Capellanes. Además se interpretó por primera vez el acto de la Cucafera, un dragón de cartón que bajaba hacia la plaza para atacar al pueblo y a una princesa que se encontraba en un entablado de madera, mientras un triunfante San Jorge aparecía para derrotar al dragón. Este acto desaparecido en la trilogía festera se celebraba como fin de las fiestas y sería el antecesor de la aparición de San Jorge que actualmente se celebra el último día. En 1839 se firmó la primera acta de la Asociación de San Jorge en la que figuran las filaes de Primera de moros, Sultanes, Tercera de Lana, Primera de Lana, Cuarta de Lana y Séptima de Lana por el bando moro, Asturianos, Cides, Tomasinas, Romanos, Andaluces, Monasillos, Defensores de Alcoy, Granadinos y Guerreros por parte de los cristianos. En 1932 las fiestas sufrieron cambios con motivo de la Segunda República Española y se dejó de rendir culto al patrón San Jorge, a pesar de que se seguía haciendo de forma extra oficial la procesión de la Reliquia del día de San Jorge. La Asociación de San Jorge dejó de formar parte de esta, para que se hiciera cargo el Ayuntamiento de Alcoy. Se suprimió la Procesión General por un pasacalles floral por distintas calles de la ciudad. La aparición de San Jorge se siguió manteniendo como colofón final de las fiestas. Algunas filaes como la Llana o los Montañeses dejaron de participar en estas fiestas al estar en contra del no culto al patrón de la ciudad. Al finalizar la Guerra Civil se recuperó la fiesta tradicional y la Asociación de San Jorge devolvió el lugar que correspondía a todas aquellas filaes que dejaron de formar parte de estas y se volvió a recuperar el turno de Capitanía y Alferecía que hubiera tocado en 1932. En 1950 la figura del Alférez participa por primera vez en el acto del alardo modificando posteriormente, en 1962, el recorrido del acto para que se pudiera hacer dos encaros, uno entre capitanes y otro entre alféreces ya que participaba mucha más gente de lo habitual. En 1952, y a petición de la filá Cruzados, la entrada sufre un gran cambio y el Alférez, que antes siempre aparecía en mitad de la entrada, pasaría a ocupar el último lugar como fin del acto. En la década de los 60 se eliminó el Paseo General del día de las entradas, ya que estas acababan más tarde de lo habitual, al participar mucha más gente que los años anteriores. En 1980, y tras la entrada a la fiesta de la filá Benimerines, el acto de las entradas de Moros y Cristianos deja de tener orden de antigüedad para seguir una roda que cambiaría las posiciones de las filaes hacia atrás cada año, por tanto la filá Llana dejaría de ser la primera en el bando moro, solo en el acto de las entradas. En el resto de actos como la Diana o la procesión general continuaría preservándose el orden de antigüedad. En 2020, la pandemia de la enfermedad COVID-19 obliga a trasladar completamente la trilogía festera y todos los actos anteriores, así como el mig any del mismo año a 2021. Los cargos de capitanía y alferecía 2020 se trasladarían íntegramente a la fiesta en 2021, así como la celebración del 150 aniversario de la filà Navarros que será al año siguiente.