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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La soberanía digital de Europa, clave para convertirse...

La soberanía digital de Europa, clave para convertirse en superpotencia tecnológica

Europa se perdió la primera ola tecnológica, pero debe aprovechar la siguiente y, a su vez, desarrollar sus propias capacidades digitales. La UE tiene la oportunidad de convertirse en una superpotencia tecnológica por sí misma, definir su autonomía estratégica en un mundo nuevo y, además, ejercer su poder regulador para configurar el entorno internacional sobre cuestiones digitales.

2022 ha sido un año intenso en la actividad regulatoria del ecosistema digital europeo. El pasado año se aprobaron dos normas fundamentales que persiguen un desarrollo más ético de los servicios digitales y que garantizan la competencia en el mercado digital y la protección de los derechos de los consumidores comunitarios: la Digital Markets Act (DMA) y la Digital Services Act (DSA), que comenzarán a aplicarse en 2023 y 2024, respectivamente.

Hoy, las condiciones del mercado de Internet han cambiado en todo el mundo y el poder de negociación de las plataformas y los grandes proveedores de contenidos se ha ampliado en los últimos años. El debate sobre la contribución justa a la sostenibilidad de la red no es un debate de los operadores de la UE contra las grandes plataformas de contenidos estadounidenses, sino un debate global que empezó en Asia y se extendió a EE. UU. y Europa para sostener la inversión y el despliegue de la red.

Mientras que los ingresos de las telecomunicaciones disminuyen, el tráfico de internet crece un 35% anualmente y más del 50% en el caso de los datos móviles. Sólo seis grandes plataformas digitales generan más de la mitad del tráfico total de Internet, que se incrementa incesantemente. El sector de las telecomunicaciones se enfrenta a retos cada vez mayores para mantener el ritmo de inversión y la sostenibilidad del ecosistema digital de la UE, que depende de él.

Es por ello, que urge desarrollar una propuesta regulatoria ante los cambios que ha traído la aceleración de la digitalización, tanto a nivel europeo como español. Se trata de crear un nuevo marco legal adecuado y adaptado a los nuevos desarrollos e infraestructuras. En estos nuevos tiempos se necesitan nuevas reglas de juego.