Agosto
Perseidas
Cuadrante: Constelación de Perseo
Hemisferio: Ambos
Las Perseidas, también conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo', es la lluvia de estrellas más importante en cuanto a actividad se refiere, la más popular y seguida en todo el mundo. Con una media de 100 estrellas fugaces a la hora.
Es posible observar sus meteoros o estrellas fugaces desde la mitad de julio hasta finales de agosto. Su máximo de actividad suele alcanzarse entre el 11 y 13 de agosto.
Para que sepas dónde mirar: su radiante se sitúa en la constelación de Perseo, cerca de la conocida Casiopea (reconocible esta última por su característica forma de letra 'W'). Son visibles desde ambos hemisferios, pero la calidez de las noches de verano del hemisferio norte hace que sean más seguidas en los países que gozan de esta posición.
Su origen está en el rastro de partículas que deja a su paso el cometa Swift-Tuttle, con un periodo orbital superior a 133 años. Descubierto en 1862, desde entonces sólo ha vuelto a realizar un paso, en 1992.
La mayoría de los meteoros son partículas de polvo que entran en la atmósfera a alta velocidad y se desintegran entrando en incandescencia, a unos 60 km/s de media (216.000km/h).
Se tienen datos de la observación de esta lluvia de estrellas desde el año 36 a. C. en escritos históricos chinos. Y en Europa, fue el astrónomo belga Adolphe Quetelet, en el año 1835 quien expone por primera vez que este fenómeno se produce cada año en agosto, y con un origen situado en la constelación de Perseo.
Perseidas
Cuadrante: Constelación de Perseo
Hemisferio: Ambos
Las Perseidas, también conocidas como 'Lágrimas de San Lorenzo', es la lluvia de estrellas más importante en cuanto a actividad se refiere, la más popular y seguida en todo el mundo. Con una media de 100 estrellas fugaces a la hora.
Es posible observar sus meteoros o estrellas fugaces desde la mitad de julio hasta finales de agosto. Su máximo de actividad suele alcanzarse entre el 11 y 13 de agosto.
Para que sepas dónde mirar: su radiante se sitúa en la constelación de Perseo, cerca de la conocida Casiopea (reconocible esta última por su característica forma de letra 'W'). Son visibles desde ambos hemisferios, pero la calidez de las noches de verano del hemisferio norte hace que sean más seguidas en los países que gozan de esta posición.
Su origen está en el rastro de partículas que deja a su paso el cometa Swift-Tuttle, con un periodo orbital superior a 133 años. Descubierto en 1862, desde entonces sólo ha vuelto a realizar un paso, en 1992.
La mayoría de los meteoros son partículas de polvo que entran en la atmósfera a alta velocidad y se desintegran entrando en incandescencia, a unos 60 km/s de media (216.000km/h).
Se tienen datos de la observación de esta lluvia de estrellas desde el año 36 a. C. en escritos históricos chinos. Y en Europa, fue el astrónomo belga Adolphe Quetelet, en el año 1835 quien expone por primera vez que este fenómeno se produce cada año en agosto, y con un origen situado en la constelación de Perseo.