ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Segundo viaje...

Segundo viaje

En el segundo viaje misionero Pablo se hizo acompañar por Silas. Partieron de Antioquía y, atravesando las tierras de Siria y Cilicia, alcanzaron Derbe y Listra, ciudades del sur de Galacia. En Listra se les unió Timoteo (Hechos 16, 1-3).​ Luego, a través de Frigia, se encaminó hacia el norte de Galacia, donde fundó nuevas comunidades. Por la Epístola a los gálatas se sabe que Pablo enfermó mientras atravesaba Galacia y que, durante esa estadía no planificada, gracias a su predicación surgieron allí las comunidades gálatas. No pudiendo proseguir hacia Bitinia, partió de Galacia hacia Misia y Tróade, donde se presume se le unió Lucas.​

Decidió ir a Europa, y en Macedonia fundó la primera Iglesia cristiana europea: la comunidad de Filipos.​ Después de sufrir azotes con varas y prisión a manos de pretores romanos en Filipos,​ Pablo pasó a Tesalónica,​ donde tuvo una corta estadía destinada a la evangelización, matizada por sus controversias con los judíos.

La hostilidad de Tesalónica parece haber torcido la idea inicial de Pablo que, según los autores, sería la de dirigirse a Roma, capital del Imperio. Así lo indicaría el hecho de que Pablo transitó la reconocida Vía Egnatia hasta que, luego de Tesalónica, cambió el rumbo para adentrarse más en Grecia.​​ En efecto, la estancia en Tesalónica finalizó con la huida de Pablo a Berea,​ y su posterior viaje a Atenas, donde intentó infructuosamente atrapar la atención de los atenienses, famosos por su avidez de novedades, con un discurso en el Areópago sobre el evangelio de Jesús resucitado.​ De allí se dirigió a Corinto, donde permaneció durante un año y medio, acogido por Aquila y Priscila, un matrimonio judeocristiano que había sido expulsado de Roma debido al edicto del emperador Claudio,​ y que se convertirían en amigos entrañables de Pablo.​ Durante su estadía en Éfeso, Pablo fue conducido ante el tribunal de Galión, procónsul de Acaya.​ Se trata de Lucio Junio Anneo Galión, hermano mayor del filósofo Séneca, cuyo mandato se menciona en la llamada inscripción de Delfos, una evidencia epigráfica que originalmente se hallaba en el templo de Apolo, descubierta en Delfos (Grecia) en el año 1905.​ Desde el punto de vista histórico, esta prueba es considerada clave y segura,​ y permite datar de los años 50 a 51 la presencia de Pablo en Corinto.​ En el año 51, Pablo redactó la Primera epístola a los tesalonicenses, el documento más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente volvió a Antioquía.